DONOSTIA - Las patronales vascas Adegi y Garen mostraron ayer su primer desacuerdo durante la constitución de la mesa de negociación del convenio de Artes Gráficas de Gipuzkoa, al cuestionar el grado de representatividad de cada una de las organizaciones empresariales que obligó a retrasar las conversaciones hasta el próximo 2 de mayo. Ambas patronales, que restaron relevancia al desencuentro, coincidieron en el relato de los hechos. Como suele ser habitual en el inicio de conversaciones para tratar un convenio sectorial, representantes de los trabajadores y de las empresas se citaron ayer para constituir formalmente la mesa.

Hasta ahora, lo habitual era la presencia de negociadores de Adegi y de los sindicatos pero, con la irrupción de una nueva patronal en el escenario económico vasco, también acudió una delegación de Garen. Adegi entonces cuestionó la presencia de la nueva organización empresarial al desconocer su grado de representatividad, por lo que le pidió que acreditara tener el respaldo suficiente para poder negociar un convenio.

Por su parte, Garen aceptó este requerimiento, pero también pidió a Adegi que presente sus acreditaciones sobre el nivel de representatividad. La constitución de la mesa de negociación tuvo que ser aplazada hasta el 2 de mayo, plazo del que dispondrán ambas organizaciones para cumplir con este requisito.

Por su parte, Garen coincidió en evitar calificar de confrontación este episodio. En su opinión, esta reacción es el resultado de una dinámica de negociación colectiva en la que lo habitual era que estuviera presente en solitario Adegi por ser la única patronal en Gipuzkoa, y que un cambio de escenario ha provocado que se generen nuevas normas de juego que se irán definiendo.

El problema radica, indicaron, en que resulta muy difícil medir el grado de representatividad de cada organización empresarial al carecer de un instrumento que certifique la legitimidad que cada una tiene para negociar. En un caso extremo, la representación podría ser determinada por un juez, aunque es una decisión que la nueva patronal vasca Garen no contempla de momento. Su pretensión es que ambas patronales lleguen a un acuerdo para constituir la mesa de negociación, aunque no descarta en un caso límite recoger documentos acreditativos de afiliación sin aportar nombres de empresas que podrían generar un conflicto legal.

LAB, por su parte, lamentó un episodio que “se alargan los plazos de inicio de la negociación”, por lo que reclamó al Gobierno Vasco que defina un sistema para acreditar la representatividad empresarial. LAB advirtió de que Adegi debe demostrar que está legitimada para evitar “problemas en la mesa de negociación”.

MODELO DE RELACIONES LABORALES El choque en el convenio de Artes Gráficas coincidió con la presentación por parte de Garen de una propuesta para avanzar hacia el modelo de relaciones laborales en Euskadi. La nueva patronal aboga por un cambio en el diálogo entre empresarios y trabajadores con “un alcance de miras global y de país”. A su juicio, “las patronales no pueden excluir a los sindicatos de su papel legítimo en la vida sociolaboral”.

A su juicio, el Ejecutivo vasco “debe tomar cartas en el asunto en lugar de favorecer la división creada” y no se debe “confundir el fomento de una nueva cultura participativa y global con una cultura para unos pocos”.

En un contexto marcado en Euskadi por una brecha sindical que se suma al tradicional enfrentamiento de con los empresarios, Garen defiende que “la innovación debe venir de la conjunción y entendimiento de sindicatos y patronales” si se quiere “avanzar al unísono y no cada uno por su lado”. La nueva patronal recordó que la negociación colectiva que, “a nivel de empresa da resultados”, en cambio, “a nivel global no alcanza ni al 5% de las empresas”. A juicio de Garen, Confebask debe entender que los sindicatos “también son agentes sociales absolutamente necesarios”. Así, pidió a patronos y sindicatos que hagan “frente común” para mejorar la competitivivad de las empresas y el bienestar de los trabajadores.