vitoria - Menos paro y más empleo. Marzo fue un buen mes para el mercado laboral vasco aunque el comportamiento fue desigual en cada territorio y la reducción del numero de parados fue modesta. Un total de 619 personas abandonaron las listas de Lanbide el mes pasado, una cifra que contrasta con el importante crecimiento del número de afiliados a la Seguridad Social, que ganó 3.358 cotizantes en Euskadi. Esas oscilaciones tan amplias son síntoma de dinamismo de la economía y de mejora de las expectativas de contratación. Aumentan las incorporaciones al mercado laboral, pero también el número de personas que buscan empleo y se apuntan al servicio público de empleo.
Esa dinámica ha permitido a Euskadi cerrar su primer mes de marzo con descenso de paro desde 2012. También ha influido la Semana Santa y las contrataciones en la hostelería, que se han visto reforzadas por el repunte del empleo en la industria. La crisis del acero no está pasando de momento factura a la actividad en las fábricas y, si a eso se añade que el sector servicios sigue avanzando a buen ritmo absorbiendo los malos datos de la construcción, el balance global es positivo.
A finales de marzo 153.936 vascos estaban inscritos en Lanbide, son casi 17.500 menos que hace doce meses. El paro ha bajado un 10,2% en la CAV desde entonces, superando el ritmo del Estado (8%), y, como recordó ayer el consejero de Empleo, Ángel Toña, los dos últimos años han sido buenos en líneas generales. Se “consolida” por tanto el cambio de tendencia y se mira el horizonte con otros ojos.
más de 900.000 afiliados La prueba más palpable es la estabilización del nivel de los 900.000 afiliados a la Seguridad Social. Gracias a los nuevos cotizantes ganados el mes pasado, un total de 903.702 trabajadores ingresan en estos momentos parte de sus nóminas en el sistema.
La parte negativa continúa siendo la calidad del empleo. En marzo se firmaron 70.159 contratos en Euskadi, pero la fuerza laboral creció en poco más de 3.300 afiliados, lo que pone de manifiesto la temporalidad de la mayoría de las contrataciones.
Por territorios, Araba fue el herrialde que con mayor intensidad redujo su número de parados. En concreto, 1.160 alaveses abandonaron la lista de Lanbide frente a los 200 guipuzcoanos que lo hicieron. Bizkaia, en cambio, ganó 741 desempleados.
En cuanto a la afiliación, Gipuzkoa fue el territorio más activo en marzo, con casi 2.000 nuevos cotizantes a la Seguridad Social frente a los 1.075 de Bizkaia y los 313 de Araba.
La evolución del paro en el conjunto del Estado reflejó el mayor empuje del empleo estacional que se genera por la campaña turística de Semana Santa. Al contrario que ha ocurrido los últimos años en Euskadi, marzo es tradicionalmente un buen mes para el empleo en Euskadi. De este modo, en el conjunto de España, el paro bajó en 58.216 personas, mientras que la Seguridad Social ganó 138.086 afiliados.
Son ritmos más elevados que los de la CAV, si bien son menores que los que se registraron el año pasado. La temporalidad sigue marcando el paso del mercado laboral, en marzo se firmaron caso 1.509.000 contratos, de los que sólo algo más de 150.000 fueron indefinidos y, de ellos, 86.226 (un 5,7% del total de contratos) fueron fijos a tiempo completo.
Con esos datos, los sindicatos pusieron el foco en la baja calidad del empleo que se genera y en el numero de parados que no cobran ninguna prestación.
En el caso de Euskadi, solo 59.945 parados cobran alguna prestación, lo que implica que cerca de 94.000 vascos sin empleo no reciben dinero del Estado. Casi la mitad de ellos están cubiertos con la Renta de Garantía de Ingresos del Gobierno Vasco. ELA criticó además el aumento del porcentaje de mujeres respecto al total de personas desempleadas.
Comisiones Obreras, por su parte, consideró que, a pesar del descenso del paro, se ha instalado la “incertidumbre” en el mercado laboral y se consolida el aumento de la desprotección social. El sindicato LAB criticó que después de ocho años desde el inicio de la crisis el paro “continúa en niveles intolerables” y señaló que “el incremento de la precariedad aumenta las desigualdades y la pobreza laboral”. UGT pidió al Gobierno Vasco que “deje de ser palmero de los mensajes de la patronal y exija creación de empleo de calidad en los sectores tractores de la economía vasca”.