zumarraga - Hay veces que los desacuerdos entre dos partes se pueden medir en kilómetros. Entre la dirección de Arcelor Mittal y el comité de empresa de la planta de Zumarraga hay al menos 54 kilómetros de distancia. Dos semanas después de que la compañía anunciara el “cese parcial” de la actividad de la planta, la mesa de negociación que empresa y comité debían constituir ayer para que la dirección explicara en qué consiste su decisión no se activó. Los representantes de los cerca de 325 trabajadores se quedaron en la fábrica, donde “siempre se han negociado las cuestiones de la planta”, y la dirección se personó en la sede del Preco en Donostia, donde había fijado la cita para las 11 horas.
Esta escena tiene visos de repetirse 24 horas después. La empresa planteó para hoy a la misma hora y en el mismo lugar, “más tranquilo” que la planta, una cita a la que los representantes del comité no tienen previsto acudir. Junto al acta que levantaron de su presencia a las 11 horas en Zumarraga, entregaron al departamento de Recursos Humanos un documento en el que propusieron a la dirección reunirse hoy en la factoría guipuzcoana.
Al conocer que la compañía volvía a ofrecer una reunión en Donostia, los representantes de los trabajadores entregaron a media tarde un documento que añadía su disposición a celebrar una reunión en el Preco el viernes a las 12.30 horas.
La dirección, según Europa Press, mantiene la cita de hoy en el Preco, y acuda o no el comité, activará la mesa de negociación que en 15 días deberá alcanzar un acuerdo, según lo estipulado en el Estatuto de los Trabajadores. La empresa no cierra las puertas a la oferta de reunión para el viernes, pero su intención es que la mesa quede constituida hoy.
Debería ser en esta reunión cuando la dirección dé los primeros detalles del plan para el “cierre parcial” de la antigua Esteban Orbegozo que anunció el 15 de marzo y que el comité pide retirar. Sobre la mesa existe una propuesta de traslado de los empleados a las plantas de Arcelor en Asturias e incluso Alemania, pero la dirección no lo ha especificado. Más aún, la empresa ha optado por no detallar en público sus intenciones hasta que concluya la negociación con el comité.
Movilizaciones A falta de que se aclare el futuro de la mesa de negociación, el comité convocó ayer una asamblea de trabajadores para el viernes a las 8 horas para debatir y aprobar un nuevo calendario de movilizaciones. Ese mismo día está previsto un paro de 24 horas.
La primera acción significativa tuvo lugar el sábado siguiente al anuncio. A la manifestación multitudinaria que recorrió Zumarraga y Urretxu le siguieron una caravana de vehículos hacia las plantas de Bergara y Olaberria el lunes de la semana pasada, un paro de 24 horas el miércoles con una protesta ante la sede de Lakua y una nueva concentración, esta vez ante el Gobierno foral. Entre las 13 y las 15 horas de ayer, varias decenas de trabajadores -algunos de los cuales salieron por turnos de la fábrica-, allegados y miembros de pequeñas empresas auxiliares y subcontratas del sector que pueden verse afectadas por la decisión de Arcelor se dieron cita en Zumarraga.
El comité prevé acudir este viernes de nuevo a Donostia para protestar ante el Palacio Foral, aunque los detalles de la convocatoria están en el aire hasta que se defina qué ocurre con la reunión del Preco, así como con la cita prevista con el Gobierno vasco, el propio Ejecutivo foral y los ayuntamientos de la comarca. Prevista también para el viernes en principio, debería servir para acabar de definir el plan de industrialización que Lakua presentó a estos agentes antes de trasladar una versión final a la compañía.
El comité, eso sí, insistió en que “el Gobierno vasco tiene que exigir un plan de viabilidad a Arcelor, que es quien tiene que hacerlo con unas garantías de mantenimiento del empleo y de carga de trabajo. Es nuestra postura desde el principio”.
Piden implicación a Rajoy Por su parte, el grupo del PNV en el Congreso en Madrid exigió ayer al Gobierno español en funciones que “dé la cara” por el sector del acero y reclamó “medidas e instrumentos en defensa de la competitividad de las siderúrgicas vascas que atraviesan momentos preocupantes”. Pedro Azpiazu señaló que “estamos ante un sector que ha sido y sigue siendo clave en Euskadi; y el Gobierno Rajoy tiene que remangarse y ponerse manos a la obra”.