vitoria - El nuevo Euríbor, que verá la luz el próximo 4 de julio, se calculará en base a los movimientos reales del mercado y, por ello, agudizará la tendencia negativa en la que entró en febrero el principal índice de referencia de las hipotecas. Entidades financieras consultadas por este periódico han sacado esa conclusión tras realizar cálculos con la nueva metodología, si bien estiman que la variación será en cualquier caso muy limitada. No supondrá por tanto un quebradero de cabeza añadido para los bancos y cajas, acostumbrados desde hace tiempo a convivir con tipos de interés cercanos a cero y convencidos de que la situación se prolongará a medio plazo.

El tema pasó casi desapercibido cuando el Banco Central Europeo abrió el debate sobre la renovación del Euríbor en julio de 2014, pero ha salido a la luz recientemente a pocos meses de su nacimiento, con el precio oficial del dinero en el 0%, después del último tijeretazo de Mario Draghi y con la referencia hipotecaria situada ayer en el -0,014.

En ese contexto, desde fuera era sencillo vincular el cambio de mecanismo de cálculo al intento de la banca de enderezar la caída del Euríbor para evitar que los márgenes de rentabilidad se estrechen todavía más. Sin embargo, todo apunta a que ocurrirá todo lo contrario.

menos riesgo de manipulación El motivo es que la referencia se fijará a partir del verano en base a operaciones reales y no en función de las estimaciones de la banca. En estos momentos se pregunta a un panel de 24 entidades de referencia a qué tipo de interés estarían dispuestos a prestar dinero a otros bancos de la eurozona. El nuevo índice se calculará en cambio con los tipos reales a los que prestan su dinero las entidades financieras y también se baraja reducir el número de componentes del panel y quedarse con las que son realmente referentes.

El resultado, aseguran desde el mundo financiero, será más fiable y con menos margen para la manipulación. Un riesgo tan real que en diciembre de 2013 llevó a la Comisión Europea a imponer la mayor multa del sector (1.712 millones de euros) a seis entidades financieras alemanas, francesas, británicas y suizas por “distorsionar el curso normal de la fijación de precios” del índice.

El Instituto Europeo de Mercados Monetarios (EMMI en sus siglas en inglés) es el organismo dependiente del Banco Central que está diseñando el renovado Euríbor, que debería entrar en funcionamiento en el último trimestre del año.

En principio, está previsto un periodo de transición del índice antiguo y del nuevo en el que se calculen ambos, aunque todavía no se ha fijado cuánto tiempo durará esa situación. Será durante la convivencia de las dos referencias cuando se comprobará si el indicativo baja todavía más tras su renovación, como estiman las entidades financieras y agentes reguladores que han tenido contacto directo con las autoridades que están afinando el nuevo mecanismo. “Las pruebas que se están realizando ponen de manifiesto que el nuevo índice estaría en un nivel incluso inferior al actual”, reconoció el ministro español de Economía, Luis de Guindos, hace unos días. La asociaciones de consumidores, por su parte, piden conocer más del modelo y, sobre todo, transparencia en el proceso.

incidencia mínima en las familias Previsiblemente será la claridad del mecanismo la única novedad del cambio, ya que no se esperan grandes variaciones en el índice. Ni los titulares de las hipotecas percibirán un ahorro significativo ni los bancos verán cómo se complica más el terreno en el que operan.

En Euskadi, el ambicioso plan de negocio de Kutxabank, con el que busca triplicar beneficios en 2019, está diseñado para soportar el actual escenario de tipos de interés bajos y el recorte aplicado este mes por el BCE tampoco ha alterado la hoja de ruta del banco de las tres antiguas cajas de ahorro. “Ha podido ser una sorpresa para la prensa, pero la decisión estaba descontada por el mercado y la evolución del Euríbor no variará porque los tipos estén a cero”, aclaran fuentes de la entidad.

No hay previsión de que la referencia remonte vuelo los próximos meses, tampoco de que caiga a plomo, por lo que el negocio bancario evolucionará en términos similares a los actuales. En líneas generales, no existe preocupación en el sector ante la posibilidad de que el Euríbor se adentre en terreno negativo y se coma todo el diferencial de las hipotecas, de modo que los bancos terminen pagando por prestar dinero a las familias y empresas. Para llegar a ese extremo, la referencia hipotecaria debería caer por debajo del -0,2% y más allá del -0,7% para que sea un movimiento generalizado.

No se prevé llegar hasta esas cifras y además la banca estima que está fuera de toda lógica y del marco legal tener que pagar por prestar dinero y que el supervisor así lo confirmará si se llega a ese extremo.

Con todo desde principios del año pasado, en el registro notarial de los créditos de Kutxabank se adjunta una nota manuscrita en la que el beneficiario del préstamo asume que los tipos -el Euríbor más el diferencial- no pueden ser negativos. El interés mínimo es cero. Es una práctica que también realiza Caixabank. Otras entidades van más allá y hacen firmar a los prestatarios cláusulas que anulan un Euríbor negativo, lo que implica que se paga de interés al menos el diferencial y nunca se llega a cero. Laboral Kutxa no ha abordado todavía la cuestión. Está en fase de análisis.

Tendencia negativa. Los expertos consideran que el índice seguirá bajando los próximos meses y la entrada en funcionamiento del nuevo mecanismo agudizará esa tendencia negativa.

Los 24 bancos de referencia. En la actualidad el Euríbor se calcula en función de la respuesta de un panel de bancos de referencia a la siguiente pregunta: A qué tipo de interés estaría dispuesto a prestar dinero a otros bancos de la eurozona. La mayoría (21) son bancos de la eurozona. BBVA, Banco Santander, Caixabank y Cecabank -el banco de las antiguas cajas de ahorro-, representan al Estado. También figura una entidad europea no participante en la moneda única (el británico Barclays) y dos grandes bancos ajenos a la Unión pero con importantes operaciones en la eurozona, Bank of Tokyo y JP Morgan (EEUU).

Operaciones reales. El nuevo Euríbor se calculará en función de operaciones reales del sistema y no en base a una encuesta por lo que será menos manipulable.