Gasteiz - La tradicional división del espectro sindical vasco en dos bloques, el soberanista y el estatal, va más allá del ámbito de implantación y refleja dos formas distintas de encarar cuestiones como la negociación colectiva o la participación en foros institucionales. Las elecciones sindicales celebradas el año pasado en la CAV confirman la dinámica alcista del bloque abertzale que encabezan ELA y LAB a costa del descenso de CCOO y UGT. Desde el último periodo concentrado de elecciones, en 2011, los primeros avanzan dos puntos hasta el 59%, más de 10.000 delegados, mientras los segundos caen por debajo del 30% con poco más de 5.000, según datos del Gobierno Vasco.

Los comicios sindicales son siempre una prueba de fuego para las centrales, más aun en un momento de crisis en la que la pérdida de empleo conlleva también un menor número de delegados en juego. Las cuatro principales centrales vascas pierden sindicalistas en los últimos cuatro años, aunque en proporción unas retroceden más que otras. La que más cuota pierde es UGT, que en 2011 estaba a menos de cinco puntos de LAB con el 12,5% de los delegados pero en el último periodo electoral cae a menos del 11% y ve que se abre la brecha con las otras grandes centrales. Recién renovada su dirección en Madrid, con Josep Maria Álvarez a la cabeza, UGT tiene en Euskadi el difícil reto de detener la sangría y recuperar la confianza de los trabajadores. Su peso en Gipuzkoa está en el 5,69%.

CCOO también baja pero aguanta por encima del 19%, solo seis centésimas por encima de LAB y 11 delegados más. Teniendo en cuenta la dinámica de los últimos años, parece cuestión de tiempo que la organización de la izquierda abertzale desplace a Comisiones como segunda central de la CAV, algo que podría ocurrir este año. Mari Cruz Vicente, número dos de CCOO-Euskadi, señala en todo caso que la “pequeña bajada” está “controlada” y apunta a la pérdida de empleo en la construcción como un factor que les penaliza.

“Teníamos una presencia elevada en la construcción, un sector que ha sufrido caídas de plantillas muy fuertes. Se eligen menos delegados y eso nos ha perjudicado”, comenta Vicente. El hecho es que la central de Unai Sordo contaba en 2011 con cerca de 4.000 delegados en la CAV, el 20%, y cuatro años después son 3.237. Sumando los 1.849 de UGT las dos centrales de ámbito estatal tienen en las empresas vascas 5.086 representantes, la mitad que los 10.036 que suman ELA y LAB. “Nuestra estrategia de defender los convenios sectoriales es la más solidaria porque beneficia a quienes no pueden negociar en las empresas, pero es poco afiliativa”, asume Vicente, que censura que ELA “solo destina recursos a las empresas donde hay réditos afiliativos”.

La explicación para Txema Laiseka, de ELA, está en el modelo sindical que representan uno y otro bloque. “El modelo de concertación de CCOO y UGT está en claro retroceso”, dice Laiseka, que en cambio celebra que su sindicato ha podido aumentar unas décimas su cuota de representatividad “en un contexto complicado”. Los delegados de ELA en la CAV suman más que los de CCOO y LAB juntos y superan el 40% del total. Unos resultados que “confirman que los trabajadores quieren un modelo sindical de contrapoder”. El secreto es “la cercanía con el trabajador”, según el responsable de ELA, “que nos vean como una organización que lucha y pelea”.

Sobre la apuesta del sindicato mayoritario por priorizar el ámbito de empresa, Laiseka defiende que “no se han abandonado los sectores pero hay que garantizar que se aplican”. “Hicimos una lectura correcta de la reforma laboral, los convenios sectoriales ya no son de obligado cumplimiento. Lo hemos explicado a los trabajadores y lo han entendido”, afirma.

subida de lab Laiseka reconoce que LAB “sale fortalecido” de este periodo concentrado pero les emplaza a “posicionarse” respecto a la negociación colectiva, en la que el sindicato de Ainhoa Etxaide mantiene diferencias con ELA y ha apostado por un acuerdo global que mantenga los convenios territoriales, pero también marca distancias con CCOO y UGT.

En cuatro años LAB crece casi dos puntos con una caída contenida en el número de delegados en relación al resto -las cuatro grandes centrales pasan de sumar 17.600 delegados en 2011 a 15.100 en 2015-. Con amplio respaldo en la administración, gana en el último año más de un centenar de sindicalistas, sobre todo en Gipuzkoa donde supera el 28% del total.

En Nafarroa la tendencia es similar aunque UGT y CCOO mantienen una cierta ventaja. El margen se acorta ante el empuje de ELA y LAB, que suman el 36,6% de delegados frente al 50,3% de las centrales estatales.

ELA. El sindicato mayoritario tiene el 40,06% de los delegados de la CAV, dos décimas más que en 2011 y que en 2014.

CCOO. La segunda central de la CAV mantiene un 19,04% aunque baja casi un punto desde 2011.

LAB. Es la que más crece en los últimos años y roza ya el 19% y el segundo puesto de CCOO.

UGT. Baja al 10,88%.

Otros. El resto de sindicatos suman el 8,45% y los no sindicados son el 2,64%.