BILBAO - El futuro de la banca tradicional pasa, sí o sí, por la digitalización. La transformación de los bancos va a suponer una “disrupción brutal”, señaló el presidente del BBVA, Francisco González, en la junta general de accionistas del banco celebrada en el Palacio Euskalduna de Bilbao, localidad que no citaron ni un sola vez ni el presidente ni el nuevo consejero delegado, Carlos Torres.
No deja de ser curioso que una persona camino de los 72 años de edad se convierta en el principal impulsor de la transformación digital de la banca en el Estado español pero esa es la realidad. González está convencido desde hace años de que los casi 20.000 bancos convencionales que operan en el mundo lo van a tener muy difícil para competir con los centenares de starts-up (empresas de nueva formación que surgen en la economía digital) financieras que ofrecen productos y servicios a muy bajo coste.
Por ello, el máximo dirigente aboga por la transformación de la entidad ya que, a corto plazo, augura una fuerte tendencia a la consolidación de la banca y a la desaparición de muchos bancos.
González justificó el cambio porque “los comportamientos de los consumidores han cambiado y el acceso universal a internet a través del móvil está dando un impulso definitivo a ese cambio”.
Además, según González, los grandes del mundo digital y de la red, los Google, Apple etc., “están todavía en los márgenes del negocio financiero pero tomando posiciones y no entran más porque no quieren ser regulados”.
El resultado, según el presidente del BBVA, es que “los bajos tipos de interés y las mayores exigencias de capital hacen inviable el mantenimiento del modelo convencional de banca”. Para sobrevivir los bancos “tendrán que convertirse en empresas de servicios que ofrezcan soluciones digitales”.
En cualquier caso, aunque el futuro sea digital todavía el modelo tradicional de banca impera porque, según reconoció Francisco González, los préstamos al consumo por los canales digitales alcanzaron en diciembre de 2015, el 19,2% de las operaciones en España y el 29,6% en México, los dos principales mercados del grupo vasco, pese al fuerte crecimiento contabilizado en los últimos meses.
El presidente del BBVA, Francisco González, reelegido en la junta general de accionistas para, en principio, su último mandato de tres años que será el de la definitiva transformación digital de la entidad y el de su conversión en el banco “más querido y recomendado por los clientes”.
Pese a que el entorno es difícil, y “estamos ante la cuarta revolución industrial”, González presumió de la solvencia y fortaleza del BBVA, que ha hecho posible obtener unos resultados muy sólidos en 2015, y señalar que el futuro, “que otros ven como una amenaza, en BBVA lo miramos con optimismo”.
El nuevo consejero delegado del BBVA, Carlos Torres Vila, que debutó en una junta, señaló que uno de los objetivos básicos de la entidad es “impulsar las ventas digitales y desarrollar nuevos modelos de negocio”.
En relación a la digitalización, Torres recordó que “los clientes digitales han crecido un 19% hasta los 15 millones y los clientes a través del móvil, un 45% hasta los 8,5 millones”. BBVA tiene 66 millones de clientes.
Dividendo El BBVA ganó 2.642 millones de euros en 2015, un 0,9% más, lo que le permite ofrecer un dividendo opcional por un importe bruto de 13 céntimos de euros, que hará efectivo en abril. El BBVA quiere avanzar hacia una política de dividendos íntegramente en efectivo de entre un 35% y un 40% de los beneficios del grupo.