BILBAO - El máximo responsable de Elkargi, Josu Sánchez, abogó ayer en Bilbao por adecuar las políticas de ajuste en Europa a la evolución de la economía y señaló que “no es entendible que, ante una demanda interna aún débil, y una demanda externa con problemas, con los niveles de paro existentes, y con su incidencia en el consumo y en la confianza de la ciudadanía”, se sigan aplicando “procesos y políticas de ajuste que, aunque necesarias, deben ir acompañados de políticas de crecimiento económico que permitan a las empresas, en primer lugar, resistir, y después abordar el proceso de recuperación con garantías de éxito”.
Por ello, el dirigente de la sociedad de garantía recíproca vasca, consideró “absolutamente necesaria la adecuación y flexibilización de los objetivos temporales de los déficits, así como la articulación paralela de políticas y proyectos de estímulo económico y de inversión”, como “los que acaba de hacer públicos el lehendakari, Iñigo Urkullu”.
La intervención de Sánchez se produjo en la Alhondiga de Bilbao con motivo de una conferencia sobre la situación económica global y española, del economista y consejero ejecutivo del BBVA, José Manuel González Páramo.
El que fuera miembro del consejo de gobierno del Banco Central Europeo se refirió a las medidas adoptadas por Mario Draghi y señaló que “está intentando evitar la deflación”, que es dañina porque paraliza la actividad ya que la gente aplaza las decisiones de compra. En relación a los actuales tipos de interés oficiales en la eurozona en mínimos históricos, y esto antes de conocer el último recorte del BCE, González Páramo señaló que “estamos llegando al límite”, dejando entrever que la banca se ve afectada en su negocio negativamente hasta el punto que los bancos menos preparados y rentables pueden verse abocados a procesos de concentración porque lo que es seguro, destacó el directivo del BBVA, es que “los tipos de interés bajos van a propiciar una consolidación el sector bancario”.
José Manuel González Páramo , doctor por la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, afirmó que con las medidas de política monetaria, el “BCE compra tiempo para implantar las reformas estructurales que precisa Europa pero no resuelve los problemas”.
Refiriéndose a la situación en la Unión Europea, el conferenciante recordó los problemas por los que ha atravesado la moneda única europea, el euro, derivados de un mal diseño (vínculo entre el riesgo soberano y el bancario). A su juicio, ese defecto de diseño ha provocado que el euro no haya sido una moneda única. “Esto es lo que se intentó resolver en 2012 con la unión bancaria y con el regulador único”. - X. A.