madrid - Menos crecimiento económico y menos empleo. Los empresarios consideran que el Gobierno español ha errado en las previsiones económicas sobre las que se levanta el Presupuesto de este año y que tendrá serios problemas para mantener el déficit bajo control. De hecho, estiman que el gasto seguirá desbordando con fuerza los ingresos este ejercicio y que será imposible de alcanzar el objetivo en 2017.

En ese escenario, la única forma de cumplir con las exigencias de Bruselas será a través de ajustes presupuestarios. Eso o negociar con los socios del euro para flexibilizar la regla de consolidación fiscal. Será en cualquier caso una tarea que, en uno u otro sentido acometerá el próximo Ejecutivo.

La CEOE confirmó ayer que, según sus cálculos, la economía española crecerá un 2,7% este año, trés décimas menos que la estimación que realizó el Ministerio de Hacienda para elaborar los presupuestos. La previsión de la patronal para 2016 se acerca más a la de la Comisión Europea (2,8%) y coincide con la establecida para 2017 (2,5%). La brecha con la estimación oficial de Madrid (2,9%) se ensanchará el próximo año agudizando el desequilibrio y abonando el terreno para unas Cuentas Públicas sin grandes alegrías.

De acuerdo con el último informe del servicio de estudios de la patronal, España seguirá por encima de la media de crecimiento de la zona euro, aunque se moderará y reducirá su diferencial positivo en este periodo dadas las mayores “incertidumbres” existentes.

La CEOE apunta que la composición del crecimiento en ambos años no va a cambiar sustancialmente y que la demanda interna -consumo e inversión- seguirá siendo el principal motor de la actividad económica. En cambio la aportación del sector exterior, de las exportaciones, será neutra o ligeramente negativa por la incertidumbre sobre la economía mundial y el ritmo de crecimiento más bajo de Europa. En cualquier caso todos los componentes del PIB aportarán crecimiento tanto este año como el próximos, aunque la inversión de bienes de equipo y las importaciones serán los más dinámicos. Habrá por tanto mayor dinamismo interno.

¿Se traducirá el incremento de la actividad en puestos de trabajo en la misma proporción? La CEOE cree que no y ahí está la raíz del problema con el que se puede encontrar el nuevo Gobierno central. Si no se produce un importe impulso del mercado laboral, no aumentará de forma significativa la recaudación y los ingresos de la Seguridad Social. Y de forma paralela se limitará el crecimiento del consumo.

La patronal española augura que la creación de empleo será “algo inferior” a la del año pasado, cuando se registraron 525.100 ocupados más. En concreto, estima que este curso se cerrará con 450.000 trabajadores más y que el próximo se producirá otro paso atrás y solo se crearán 400.000 empleos. En cuanto a la inflación, CEOE destaca que se situará en terreno negativo en 2016, mientras que para 2017 anticipa un repunte hasta el entorno del 1,5 % en un contexto en el que se produzca una subida gradual del precio del petróleo y no suban los impuestos.

Todas las cifras anteriores reducen el margen de gestión presupuestario y dejan fuera de alcance los objetivos de déficit. España tiene un límite del 2,8% del PIB para este año y del 1,4% para el próximo, pero la CEOE estima que, en el mejor de los casos, logrará bajar del 3% a finales de 2017. Es decir, el desajuste duplicará el próximo año el nivel marcado por Bruselas. El lehendakari pidió el pasado lunes el fin de las políticas de austeridad y de la relajación del control del déficit para que Euskadi pueda invertir en proyectos estratégicos. En el caso de España, la demanda se intuye más urgente.

empleos. La CEOE estima que la creación de empleo se ralentizará este año en España y que se crearán 450.000 puestos de trabajo, 75.000 menos que el ejercicio pasado. La dinámica se trasladará a 2017, cuando solo se generarán 400.000 empleos.

millones de ajuste. El cumplimiento del límite de déficit podría forzar al Gobierno español a realizar un ajuste presupuestario de 12.000 millones este año. Es la diferencia entre el objetivo (2,8%) y la previsión de Bruselas (3,6%), que ya ha advertido que será necesario retocar las Cuentas.