Shanghái - El Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) pidieron ayer al G20, el grupo de los países con las mayores economías del mundo, que adopte más reformas estructurales para consolidar la recuperación económica mundial ante el riesgo de una ralentización por el parón chino, los bajos precios de las materias primas y la voluntad de Estados Unidos de empezar a subir los tipos de interés.
En la reunión de ministros de Finanzas y de gobernadores de bancos centrales del G20 que se celebra en Shanghái, los dirigentes de ambas instituciones coincidieron en la “urgencia” de implantar estas medidas y en la necesidad de acompañarlas de políticas monetarias y fiscales para generar crecimiento.
Las modestas cifras de crecimiento de las economías desarrolladas y la ralentización, cuando no recesión, de las emergentes han propiciado la suspicacia de los mercados financieros sobre la salud de la economía global y las llamadas a la acción de los organismos internacionales.
“En este entorno frágil, necesitamos una acción urgente no sólo para impulsar el potencial de crecimiento, sino también para impulsar la confianza en la recuperación y el crecimiento a corto plazo”, afirmó Christine Lagarde, directora del FMI.
El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, también siguió en esta línea al reclamar a los gobiernos que aceleren el proceso reformista con “acciones ambiciosas y tangibles”.
“Los retos fundamentales que teníamos durante la crisis tienen un aspecto algo mejor, pero no lo suficientemente bueno como para decir que estamos en la senda de la recuperación. Si es sostenible o no dependerá de las reformas estructurales”, explicó Gurría.
Ante todo, la OCDE aconseja aumentar la productividad, eliminando las barreras al emprendimiento, y reducir el paro, especialmente en el sur y el centro de Europa, y otras distorsiones del mercado laboral como la alta incidencia del empleo informal en los países emergentes. “Justo en el momento en que las necesitamos más, cuando necesitamos acelerarlas, hay una desaceleración de las reformas”, lamentó Gurría, quien instó a combatir lo que calificó de “fatiga” reformista, sin tener en cuenta que los ajustes en Europa sólo han generado estancamiento económico y derrotas electorales. Igual por ello, Gurría, ahora pide más inversión pública. - Efe