madrid - Los sindicalistas conocidos como los ocho de Airbus han quedado absueltos en el juicio por su actuación en la huelga general de 2010, ante la inexistencia de pruebas que acrediten su culpabilidad en los altercados que se produjeron en la fábrica de aviones getafense.

A Armando Barco y Edgar Martín, exculpados el pasado viernes por la fiscal del juicio, se han unido José Alcázar, Tomás García, Enrique Gil, Rodolfo Malo, Jerónimo Martín y Raúl Fernández en la sentencia del juez Abel Téllez. El titular de la sala de lo penal número 1 de Getafe les ha dejado libres de cargo por “aplicación del principio de presunción de inocencia”. A pesar de que la Fiscalía redujo su petición de pena de los ocho años y tres meses iniciales a cuatro años y seis meses por la comisión de delitos contra los derechos de los trabajadores, atentado y lesiones, el juez indica que no existen pruebas que puedan demostrar la culpabilidad de los hasta ayer acusados. Téllez sí admite que “quedaron acreditados los hechos que motivaron el proceso”, dado que “algunos trabajadores concentrados en la puerta comenzaron a entorpecer el acceso a la factoría dirigiendo insultos a los trabajadores que no querían secundar la huelga, interceptando vehículos y tirando petardos bajo los coches”.

Pero no considera que con ello se los pueda condenar, dado que ni los policías ni los testigos los reconocieron como autores durante el juicio y que “en otras pruebas practicadas a alguno de los acusados incluso se les atribuyen actividades mediadoras de apaciguamiento”.

“un paso histórico” La sentencia ha desencadenado reacciones favorables de diferentes ámbitos. El primero de ellos, el de los propios acusados, como Enrique Gil que, en declaraciones Efe, señaló con ánimo exultante y visiblemente emocionado que la sentencia supone “un paso adelante de dimensiones históricas” y que sirve para cerrar “un capítulo importante en lo personal”. Otro de los procesados, el que fuera presidente del comité interempresas de Airbus durante los hechos, José Alcázar, ha puesto el énfasis en la vertiente política, al pedir “encarecidamente” a los partidos que formen Gobierno que deroguen “las dos reformas laborales, el artículo 315.3, la ley mordaza” y que “democraticen las instituciones”.

Las centrales a las que pertenecen, CCOO y UGT, creen que este fallo demuestra que los sindicalistas eran inocentes y “desmonta” el intento de criminalizar el derecho de huelga. En el ámbito político, tanto PSOE como IU y Podemos se felicitaron por la sentencia porque “ha ganado la democracia”. - Efe