bilbao - CCOO y UGT han trasladado a la patronal vasca un documento con su diágnóstico y propuestas para desbloquear la negociación colectiva. El texto, lejos de las aspiraciones formuladas por Confebask en un documento anterior, recoge algunos planteamientos básicos de estos sindicatos como el aumento de los salarios o la flexibilidad pactada para evitar despidos, y también dos posibilidades para sacar adelante los convenios sectoriales bloqueados y, de alguna forma, esquivar la postura de ELA. Junto al recurso a los acuerdos de eficacia limitada, CCOO y UGT plantean llevar la propuesta en minoría que salga de la mesa sectorial a las empresas para que sean los trabajadores los que se pronuncien y puedan, en su caso, acogerse a la misma.
Así se recoge en el documento que han elaborado ambas centrales sindicales y que han entregado a la patronal vasca en el proceso de discusión sobre negociación colectiva que mantienen los agentes que participan en el diálogo social. El texto sindical supone la réplica a otra propuesta realizada a finales de 2015 por Confebask, en la que los empresarios plantean avanzar hacia un nuevo modelo de relaciones laborales, más flexible y en el que se profundiza en la integración y la participación del trabajador.
No es momento de plantear un cambio así, sostienen CCOO y UGT, que consideran prioritario salvar el modelo actual y, si acaso, hacer retoques más adelante. En la radiografía de estas centrales se recuerda que de los 115 acuerdos de sector de la CAV, más de medio centenar han decaído. Aunque hay sentencias que mantienen las condiciones para los trabajadores con cierta antigüedad, no ocurre así con los contratados después de que el convenio perdió vigencia. Se ha abierto la puerta a la desregulación y a las dobles escalas salariales, consideran CCOO y UGT.
En lo que respecta a contenidos, los dos sindicatos defienden subidas referenciadas al IPC e incluir cláusulas que impulsen el empleo indefinido, con mecanismos como el contrato de relevo, y frenen la temporalidad. Se hacen referencias al Acuerdo de Empleo y Negociación Colectiva estatal, aunque se deja claro que no se va a calcar en Euskadi. También se defiende la flexibilidad pactada con el comité frente a los mecanismos de modificación de condiciones unilaterales que ha instaurado la reforma laboral, así como introducir medidas en los convenios que reduzcan la brecha salarial entre hombre y mujeres.
El problema del documento es que, incluso en el caso de que contase con cierto respaldo de la patronal, CCOO y UGT son minoría en muchas mesas sectoriales, en ocasiones incluso con el apoyo de LAB. En esos casos se deja la vía abierta a firmar con la patronal un convenio de eficacia limitada pero, al margen de que se firme o no acuerdo en minoría, se plantea llevar la propuesta a las empresas para que los trabajadores, si así lo deciden, puedan fijar sus condiciones a partir de la propuesta de la mesa sectorial.