PAMPLONA. El ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, ha asegurado hoy en Pamplona, en una conferencia organizada por la fundación Civismo, que, si bien ha habido casos de corrupción "deleznables", no cree que España sea "un país estructuralmente corrupto".

De Guindos, que ha intervenido ante representantes de organizaciones políticas, económicas y sociales de Navarra, ha comentado que no está afiliado al PP, pero es ministro de un Gobierno del PP presidido por Mariano Rajoy, de lo cual está "orgullosísimo".

El Gobierno del PP, ha resaltado, "sin duda se ha enfrentado a las circunstancias más complejas de la historia reciente de nuestro país", como la crisis económica, financiera y territorial, la abdicación del rey "y también unos casos de corrupción que han sido especialmente sangrantes en un contexto de crisis económica".

Estos casos de corrupción "a los que más nos han indignado y a los que más han revuelto el estómago ha sido a los que a veces hemos tenido que sacarlos", ha señalado el ministro, que ha recordado que, en el proceso de saneamiento de cajas de ahorros, mandaron a la fiscalía 44 comportamientos que se consideraron irregulares.

"Lo hicimos siempre con la misma instrucción, el respeto del Estado de Derecho, de los jueces y de la actuación de los funcionarios", ha subrayado.

El ministro ha mostrado en su intervención su preocupación por la "descalificación absoluta" de la clase política que se vive en España, ya que a su juicio puede ser "un paso previo a algo mucho peor, que es la descalificación de la democracia".

Tras afirmar que los populismos de los años treinta "comenzaron por una descalificación generalizada de la política", De Guindos ha reconocido que la clase política española ha cometido errores, pero también "ha tenido aciertos".

El ministro, que ha sido presentado por el eurodiputado popular Pablo Zalba, ha declarado asimismo que actualmente "el principal riesgo para la economía española es el riesgo político".

De Guindos no ha querido ser "alarmista", ya que no cree que se avecine "una recesión global" como la de 2009, pero sí parece haber una "desaceleración" en Europa y el margen de maniobra de los bancos centrales y los gobiernos "es limitado".

Por el contrario, ha apuntado, en España "no hay ningún indicador de economía real" que señale que la economía se esté desacelerando y "perfectamente" este año se podrá crecer un 3 %. De hecho, el primer trimestre de 2016 será "muy parecido" al último de 2015, en el entorno del un 0,8 %.

El ministro de destacado que España entra en 2016 con buena "inercia", aunque la evolución económica va a depender de la "agenda política" y del "signo" del nuevo Gobierno, algo que "nadie sabe en estos momentos".

No obstante, ha subrayado que una agenda económica "populista" no ayudaría "lo más mínimo", ya que en su opinión solo provocaría un endurecimiento de las condiciones de financiación en los mercados de capitales, con la consiguiente repercusión en la economía y el empleo.

Al ser preguntado en el coloquio por la agenda de Podemos, el ministro no ha querido mencionar a esta formación política y se ha limitado a comentar que un aumento "irresponsable" del gasto público y del déficit y medidas que limiten la competitividad supondrían una violación de "las reglas de la zona euro".

No obstante, el ministro ha pedido que no se confíe exclusivamente en las herramientas de inspección económica de la Unión Europea.

"Lo que no hagamos nosotros aquí no nos lo van a hacer desde Europa", ha indicado De Guindos, que ha recordado que, aunque Europa tiene mecanismos de control, actúa siempre "a posteriori".