bilbao - Aunque en un principio estaba previsto que la ACB de Sestao dejara de producir bobinas a las diez de la mañana de ayer, un último pedido “urgente” mantuvo la factoría a pleno rendimiento durante toda la jornada del jueves, fijándose el comienzo de la parada en torno a esta pasada medianoche.
Tanto desde el comité como desde la propia compañía se asumió con normalidad esta modificación dada la flexibilidad de la planta, que permitió que ayer por la mañana entrase un último pedido de bobinas. El inicio de la parada se retrasa unas horas también gracias a que los trabajadores de la firma subcontratada Harsco, encargada de retirar la chatarra, finalmente no han llevado a cabo la huelga que habían anunciado, o al menos el paro no ha tenido efectos en la ACB y la planta pudo asumir este último pedido con normalidad, confirmaron fuentes de Arcelor Mittal, que indicaron que, salvo cambios de última hora, los hornos se apagarían en torno a la medianoche. Seguirán trabajando unos días más un grupo de empleados en tareas de decapado.
Los trabajadores entrarán así en un ERE de suspensión durante el tiempo que dure la parada, que sigue sin concretarse, y verán complementado el seguro del paro hasta el 90% del salario. Situación más complicada tienen los trabajadores subcontratados, unos 280 de forma permanente, que han creado una coordinadora para reivindicar que se aclare su futuro. El portavoz de las subcontratas, Iván Calvo, reclamó ayer a Arcelor que se “responsabilice” de los trabajadores de estas empresas y lamentó que se van a casa “sin saber nada” sobre su futuro laboral. Arcelor acomete esta parada temporal e indefinida ante la caída de la demanda por la fuerte competencia del acero chino. Ayer el Gobierno de Pekín anunció que, ante el exceso de capacidad de producción de acero, va a reducir su producción entre 100 y 150 millones de toneladas anuales, el 12,5%, los próximos cinco años, debido a la caída de la demanda tanto interna como en el extranjero. - A.L.