miñano - Responsabilidad. Esa fue la palabra que más se escuchó ayer en las intervenciones de los ponentes de la sexta edición de Diálogos a 3, las jornadas organizadas por SEA Empresarios Alaveses y el Parque Tecnológico de Araba para referirse al tema del momento, el impasse político e institucional instalado en España ante el bloqueo entre los partidos para alumbrar un acuerdo que permita la formación de un nuevo Gobierno. El encuentro reunió al presidente de Euskaltel, Alberto García Erauzkin; el presidente de Confebask, Roberto Larrañaga, y el director general de BTI Biotechnology Institute, Eduardo Anitua. Ninguno de ellos quiso mojarse demasiado a la hora de hacer apuestas sobre cuál podría ser el resultado de las negociaciones -o no negociaciones- en torno al nuevo Ejecutivo o sobre sus preferencias al respecto, pero sí coincidieron en reclamar a los partidos “responsabilidad de intentar llegar a un acuerdo”, “responsabilidad hacia la estabilidad”.

El diagnóstico de estos representantes del empresariado vasco fue claro, “demasiadas líneas rojas”, zanjó Larrañaga: “Nosotros, que estamos acostumbrados en nuestros ámbitos a tener que negociar con nuestros clientes, si pusiéramos todas esas líneas rojas ni tendríamos un pedido, ni podríamos hacer nada”. En este sentido, García Erauskin criticó la impresión de “que entre ellos no se está hablando mucho” y subrayó que “la economía necesita estabilidad”. Coincidencia también en reclamar acuerdos políticos en los grandes temas, “es una gran oportunidad de generar proyectos de país, no puede ser que cada cuatro años empecemos un país nuevo”, apuntó Anitua; un convencimiento compartido por el presidente de Euskaltel, seguro de que existen mimbres para acuerdos “en los grandes temas”: “Seguramente en eso no hay tantas distancias para conseguir un acuerdo entre los tres grandes partidos de la P y el de la C”.

Interpelados por uno de esos “grandes temas” que están en la agenda de posibles reformas de la nueva legislatura, la reforma laboral activada por el PP, tanto el presidente de Euskaltel como el de Confebask defendieron la “aplicación responsable” que, a su juicio, se ha hecho en Euskadi de esta legislación, un respaldo al marco legal en el que abundó Anitua: “Lo que funciona no lo toques”.En este sentido, Larrañaga sostuvo que la reforma laboral “ha servido para que se mantengan muchos puestos de trabajo” y destacó que “desde Europa nos están pidiendo una segunda reforma”; unas exigencias que se amplían también al equilibrio presupuestario, afectando por tanto a las posibilidades de incrementar el gasto social en relación a los ingresos y, en último término, al mantenimiento de la credibilidad de la economía, recordó García Erauzkin. “El Estado del Bienestar se paga al contado”, concluyó Eduardo Anitua.