bilbao - Hace cuatro años que el secretario general de ELA, Adolfo Txiki Muñoz, dio por finiquitada la alianza con LAB. Desde entonces la relación entre los dos sindicatos no ha mejorado y, al contrario, en los espacios que aun comparten empiezan a surgir discrepancias. La dirección de ELA reprocha a LAB que su vinculación con Sortu imposibilita la movilización conjunta contra instituciones en las que está presente la izquierda abertzale, como ocurre en el Gobierno navarro, y censura que el partido de Hasier Arraiz “ha decidido ser uno más”. Muñoz pone en cuestión incluso que LAB esté dispuesta a defender la Carta Social, una de las pocas plataformas que ha dado juego en los últimos meses a la unidad de acción.

En un documento trasladado al comité nacional de ELA hace diez días, hecho público por Europa Press, Muñoz asegura que los desencuentros con LAB “son profundos” y señala a las decisiones que está tomando la izquierda abertzale en las instituciones como origen del distanciamiento. Muñoz explica que ELA intentó realizar con LAB movilizaciones contra los Presupuestos de la CAV y de Nafarroa pero no fue posible por la presencia de EH Bildu en el Gobierno navarro.

La representación institucional de la izquierda abertzale en Nafarroa reproduce las tensiones generadas en Gipuzkoa en la legislatura de Martin Garitano, que acabaron por desencadenar la ruptura formal de la mayoría sindical por parte de ELA. Muñoz cree que la influencia de la izquierda abertzale “debilita las posibilidades de un trabajo en común” con LAB.

En una entrevista con este diario en verano, el líder de ELA afirmó incluso que la alianza entre ELA y LAB “no interesa” a la izquierda abertzale. Ahondando en la crítica a Sortu, el sindicalista alavés censura que, “más allá de temas puntuales, no apreciamos en su práctica política elementos de identidad con una izquierda alternativa y con voluntad de enfrentarse a las políticas neoliberales”.