BILBAO - Los agentes sociales vascos cerraron ayer el acuerdo en torno al contrato de relevo tras el compromiso del Gobierno de ampliar la partida presupuestaria si se agotan los fondos inicialmente previstos. El planteamiento rompió la resistencia principalmente de CCOO que había advertido de que no se sumaría si no se flexibilizaban los recursos disponibles para la iniciativa.

En principio, el Ejecutivo vasco ha incluido en el proyecto de Presupuestos del próximo año una partida de 4,5 millones de euros con la intención de subvencionar 750 relevos en las empresas vascas. Las compañías que sustituyan una trabajador veterano por un menor de 30 años recibirán 6.000 euros por cada contrato. El compromiso es aumentar la dotación si se desborda la previsión y a efectos prácticos el programa queda abierto y con margen para atender todas las peticiones que se produzcan. Fue el único avance que se cosechó porque el diálogo social vasco volvió a encallar en la negociación colectiva, donde la propuesta que llevó Confebask fue muy criticada.

En cualquier caso y con todos los condicionantes que rodea la mesa, entre ellos, la ausencia de ELA y LAB, la reunión dejó un buen sabor de boca a la parte sindical. Hasta el punto que Comisiones, que se había mostrado muy beligerante con la evolución del foro y había amagado de forma velada con abandonarlo, calificó el encuentro de “productivo”.

negociación colectiva El consejero de Empleo, Ángel Toña, accedió a su principal demanda, compartida con UGT, y si es necesario se ampliará el presupuesto del contrato de relevo.

Habrá que esperar todavía unos meses para saber si esa concesión se traduce en un aumento real de los fondos ya que el Gobierno estima que el dinero puesto sobre la mesa será suficiente para atender las demandas. De momento, se ha salvado un obstáculo, otro más dentro de la complejidad del diálogo social vasco, pero por delante queda el que es tal vez el reto más importante de la mesa: desbloquear la negociación colectiva.

La propuesta de Confebask, que según explicó el presidente de la patronal, Roberto Larrañaga, cuenta con el respaldo de toda la organización, generó un fuerte rechazo sindical. Los empresarios plantean un nuevo modelo de relaciones entre trabajadores y patrones basado en la “implicación” de la plantilla en el proyecto empresarial. Esa dinámica lleva aparejadas cuestiones como vincular los salarios a la productividad o flexibilizar el tiempo de trabajo en función de las necesidades de producción.

Son puntos calientes en la relación entre sindicatos y empresarios y tanto Comisiones como UGT se mostraron abiertamente en contra, si bien estudiarán la propuesta para debatirla en un próxima reunión a celebrar antes de que termine el año.

Confebask también pidió que la negociación colectiva no se centre solo en los ámbitos tradicionales y que no se descarten los convenios multisectoriales.