BILBAO - “Hacer una España mejor, con una economía más desarrollada y con una regeneración democrática” es el camino que propone el reconocido economista Luis Garicano (Valladolid 1967, doctor en Economía por la Universidad de Chicago), para salir de la crisis. En un libro escrito al alimón con Antonio Roldán, el ideólogo económico de Ciudadanos, presenta doce propuestas que cambiarán España.
¿Tiene futuro un país como España con un billón de deuda pública y creciendo casi 50.000 millones más este año, con más de cuatro millones de parados, y una inversión en innovación mínima ?
-El país tiene futuro pero hay que cambiar el modelo de crecimiento. La burbuja inmobiliaria dejó algunas cosas buenas. España tiene unas infraestructuras notables, pero el nivel de paro es inaceptable y el cambio demográfico nos va a exigir, sí o sí, que seamos más productivos. No hay estado de bienestar que se sostenga si el país no crece de forma sana, con unos salarios adecuados.
Hablando de cambios. ¿Tiene sentido un Estado en el que los que gastan, las comunidades autónomas, no son los que ingresan?
-No. Falta corresponsabilidad fiscal. El sistema está mal estructurado. Los incentivos son erróneos porque generan una situación en la que yo gasto sin mayor control y si no me llegan los fondos que me rescaten desde Madrid.
¿Y qué proponen para corregirlo?
-Vamos a elaborar una cartera de servicios comunes para todos, elaborada de forma transparente y financiada por el Estado. Ahí estarían los temas de sanidad y educación. ¿Que si queremos recentralizar competencias en estas áreas? No. Solo queremos que se gestionen de forma más justa y transparente.
Si hay un ejemplo positivo de corresponsabilidad fiscal en el Estado es el de la CAV y Navarra con el Concierto Económico y el Convenio, que además cuentan con un respaldo casi absoluto de los vascos ¿Desde Ciudadanos quieren ustedes eliminarlos?.
-No estamos en eso. Pensamos que históricamente hay un problema de asimetría fiscal en España y creemos que a medio plazo, no ahora, en Europa se va a ir hacia una armonización fiscal, sobre todo en la Eurozona. Lo que sí queremos hacer es un cálculo justo y transparente del Cupo que desde Euskadi se abona al Estado o, lo que es lo mismo, que se aplique fielmente lo que dice la ley. Entiendo que las autoridades vascas que defienden esta ley defenderán también que se aplique como se debe. Hay que ser claros y hacer números, de una forma transparente, del cálculo del coste de las competencias del Estado no transferidas, de los ajustes del IVA y de las contribuciones al fondo territorial estatal. Hasta ahora los estudios que hemos visto señalan que el cálculo de los pagos no se ha hecho bien.
¿Según ustedes cuanto habría que pagar de Cupo?
-No sé cuanto habría que pagar. Es una cuestión de método, de hacer las cosas bien. Sean los números que sean, no van a arreglar los problemas económicos de España, pero si se hace con transparencia se va a arreglar la sensación de agravio que puede haber en otros territorios. Y para ello es fundamental tener una oficina independiente que haga los números, una autoridad fiscal independiente como el Airef, a la que parece que no deja trabajar el Gobierno en el que participa Cristóbal Montoro.
Casi todo el mundo habla de mantener el gasto público pero pocos señalan cómo se quiere financiar. ¿Es necesaria una reforma fiscal?
-El problema de ingresos fiscales de España no es una cuestión de tipos de impuestos nominales, que no son bajos, sino de que la recaudación real y efectiva es baja. Y es muy baja porque hay mucho fraude fiscal y muchos beneficios fiscales que permiten no pagar impuestos de una forma legal. Queremos eliminar este tipo de beneficios en el Impuesto de Sociedades. Con ello vamos a subir los tipos efectivos a las empresas, en especial a las más grandes, que pagarán más. Proponemos eliminar deducciones en otros impuestos.