berlín - El escándalo de la manipulación fraudulenta de las cifras de emisiones contaminantes de los coches Volkswagen con motores diesel en Estados Unidos le está costando caro a la empresa así como a todo el sector del automóvil, uno de los motores de la economía de Alemania.

El presidente de Volkswagen, Martin Winterkorn, no dimitió ayer como se esperaba en algunos círculos y se limitó a pedir disculpas en una intervención por vídeo, pero mientras tanto la compañía provisionó 6.500 millones de euros de cara a hacer frente a posibles indemnizaciones. Estas pueden ser multimillonarias tras reconocer el grupo Volkswagen que el software que permitía manipular el nivel de emisiones de los coches con motores diesel se eleva a 11 millones de automóviles en todo el mundo.

La compañía germana ha lanzado un aviso en bolsa de una previsible reducción de los beneficios previstos para este año 2015. Entre enero y agosto de este ejercicio, el grupo Volkswagen había entregado 6,55 millones de vehículos, un -1,5% de recorte respecto a idéntico periodo de 2014 por las menores ventas en China, Rusia y Latinoamérica.

Teniendo en cuenta que tras Estados Unidos, las autoridades de Corea del Sur y Francia han solicitado la apertura de una investigación sobre la actuación de la empresa alemana, los inversores se temen un quebranto económico notable para el fabricante de los coches Volkswagen y Audi, de forma que las acciones de la compañía volvieron a sufrir un duro correctivo ayer en los mercados bursátiles.

Los títulos de Volkswagen bajaron en la Bolsa de Francfort un 19,8% hasta situarse en 106 euros. Ello implica que en sólo dos días el valor de las acciones del fabricante de Wolfsburgo han caído un 35% lo que supone que los accionistas de Volkswagen, con la firma Porsche a la cabeza, han perdido 25.000 millones de euros del valor de su inversión.

El fuerte descenso de la cotización arrastró a la baja a la bolsa alemana hasta un 3,80%. Al mismo tiempo el golpe de efecto ha sido de tal calibre que toda la industria automóvil en Europa cotizó a la baja.

En Francia, el tradicional rival automovilístico de Alemania en Europa, la factura del engaño de Volkswagen también tuvo su reflejo en una caída del valor de Renault del 7% y de Peugeot-Citroen, un 8,7%.

La canciller alemana, Angela Merkel, instó a Volkswagen a mostrar transparencia absoluta y aclarar todo lo antes posible mientras que su Gobierno ha creado una comisión dentro del Ministerio de Transportes para investigar el escándalo. En Bruselas, los reguladores de la Unión Europea se mantienen prudentes a la espera de reunirse con las autoridades nacionales para ver cómo gestionar la situación.

¿Y ahora qué? se interrogaban ayer en los medios alemanes ante el golpe a la imagen de marca de Volkswagen pero también a la de la propia industria alemana del automóvil pues como señaló el todavía presidente de Volkswagen “nosotros hemos traicionado la confianza de millones de personas”.

Para el máximo dirigente del grupo, Martin Winterkorn, “un esclarecimiento rápido y completo es nuestra prioridad porque este tipo de manipulación no debe darse nunca en Volkswagen”.

El hecho de que EEUU haya abierto una investigación penal complica la situación del máximo dirigente de VW aunque medios informativos alemanes dan por hecho que será cesado en los próximos días y sustituido por Mathias Mueller, máximo responsable de la gestión de Porsche, primer accionista de Volkswagen.

El problema no afecta sólo a Volkswagen pues, según el presidente del grupo parlamentario alemán CSU, Max Straubinger, la situación creada es “una pérdida enorme para la industria alemana”. “La pérdida de prestigio es una catástrofe tanto para la empresa como para el conjunto de la industria del automóvil”, dijo.

Más crítico ha sido el director de las asociaciones de consumidores germanos, Klaus Müller, que se preguntaba “¿cómo se puede ser tan estúpido hasta el punto de poner en peligro de un plumazo la reputación de los constructores de automóviles alemanes?”.

En el Estado español, donde el grupo Volkswagen tiene dos importantes factorías, una en Catalunya y otra en Euskal Herria, de donde salieron 750.000 coches en 2014, el ministro de Industria, José Manuel Soria, señaló que espera que las inversiones previstas de 4.200 millones de euros entre la planta de Martorell y la de Landaben, en Iruñea, (900 millones) de aquí a 2019 no se vean afectadas. De hecho, el modelo que se fábrica en tierras vascas, el Polo, no está implicado por el escándalo de las emisiones falseadas en EEUU.

Vehículos. En Estados Unidos se han vendido 482.000 coches con el motor diesel manipulado a través de un software especial pero ayer la compañía elevó la cifra total en todo el mundo con los motores TDI manipulados a 11 millones de unidades. Este año en el periodo enero-agosto, el grupo había vendido 6,55 millones de vehículos en el mundo.

Pérdidas. VW ha provisionado ya con cargo al tercer trimestre 6.500 millones de euros para hacer frente a posibles responsabilidades económicas. La compañía que en 2014 ganó 11.000 millones de euros ha anunciado una reducción de beneficios.

-19%

Ayer las acciones de VW volvieron a caer con lo que acumula en dos días una pérdida de valor de unos 25.000 millones de euros.