BILBAO - La Comisión Europea (CE) aprobó días pasados la venta del negocio energético de la compañía francesa Alstom a la empresa estadounidense General Electric (GE) en una operación valorada en unos 12.400 millones de euros. Aunque quedan algunos flecos pendientes derivados de las condiciones impuestas por la CE para dar la autorización, entre ellas que Alstom tendrá que vender a la italiana Ansaldo una parte destacada de su división de turbinas para evitar que el mercado quede concentrado en la propia GE y Siemens, trabajadores de la compañía francesa en Euskadi dan como inminente el traspaso de la planta vasca a la órbita de GE.
Alstom inició esta pasada primavera la construcción de una nueva planta en la localidad vizcaína de Ortuella. Las instalaciones, tras 12 millones de inversión, serán inauguradas no como Alstom sino como GE y vendrán a sustituir a las instalaciones que ha tenido la firma gala en los últimos años ubicadas en Trapagaran, locales que habían formado parte en su día, a mediados del siglo pasado, de la antigua General Eléctrica.
El cambio de ubicación de la firma gala, en el futuro de GE, tuvo su origen en el compromiso adquirido hace dos años, en 2013, cuando Alstom vendió las actividades de minería a ABB. Una operación en la que se incluía la cesión de las instalaciones de Trápagarán. El centro de Alstom en Bizkaia es uno de los nueve con los que cuenta la compañía gala dedicados a energía hidroeléctrica y centro de referencia del grupo para la fabricación de pequeños y medianos generadores (hasta 50 MW). - X. A.