gasteiz - Cinco días después de que decenas de agentes de la Policía Nacional asaltaran la empresa gasteiztarra Zayer, la falta de explicaciones oficiales sobre este operativo genera cada vez más dudas sobre el verdadero objetivo del mismo. El diputado general de Álava, Ramiro González, ejemplificó ayer estas sospechas criticando el oscurantismo que acompaña un caso que, al parecer, se centra en descubrir si la firma alavesa ha vendido material industrial a países bajo embargo internacional como Rusia o Irán.

El jefe del Gobierno foral, presente en los estudios de Radio Vitoria, mostró abiertamente su preocupación por todo lo que está aconteciendo alrededor de este caso y destacó que se trata de un procedimiento “muy oscuro del que no sabemos nada”. En este contexto, González destacó tener constancia de la “seriedad” con la que Zayer ha trabajado en el campo de la máquina herramienta desde que este empresa ubicada en el polígono industrial de Betoño abriera sus puertas en la década de los años 40 del siglo pasado.

El dirigente jeltzale trasladó a los oyentes su respeto por los tiempos judiciales y el secreto sumarial bajo el que se encuentra el caso, aunque también destacó que en el supuesto de que “todo quede en nada”, él será el primero en “pedir responsabilidades a quien ha montado este circo mediático”. Y es que, según manifestó, la espectacularidad de las imágenes que tuvieron lugar en el asalto policial a la compañía vitoriana se asemejaban más a la “detención de un comando de no sé qué” que al registro de unas dependencias industriales. El diputado general insistió en que en caso de que la causa sea finalmente archivada sin que las autoridades judiciales encuentren ninguna responsabilidad por la comisión de acciones fuera de la ley la Diputación tomará cartas en el asunto dado que “el perjuicio que se ha causado a esa empresa es irreparable”.

El registro, que se prolongó durante 14 horas en las dependencias industriales el pasado jueves, tuvo como consecuencia la detención de seis trabajadores que fueron puestos en libertad al día siguiente. Empleados de Zayer narraron ayer a través de mensajes de whatsapp a los que tuvo acceso este periódico su “angustia” durante un operativo “digno de la captura de Bin Laden” en el que los agentes policiales “nos obligaron a poner las manos en la nuca y a colocarnos contra la pared sin explicaciones y contestando malamente cuando preguntábamos”.

A través de estos mismos medios, miembros de la plantilla de la planta industrial destacaron que con independencia de cuál sea el futuro de la tramitación judicial de la causa “el daño ya está hecho”. “Han jugado con nuestros puestos de trabajo, nuestra reputación mundial y nuestra imagen”, añadieron.