Bilbao - El sindicato CCOO-Euskadi mantiene su intención de reactivar la negociación colectiva de la CAV en minoría junto a UGT, tal y como ambas centrales hicieron en el metal alavés en el mes de julio. El líder de CCOO, Unai Sordo, volvió a criticar ayer el “bloqueo” que ejercen ELA y LAB sobre los convenios sectoriales y defendió los acuerdos de eficacia limitada como alternativa para recuperar poder adquisitivo en las empresas y lograr una mejora “cualitativa” del empleo.
Sordo recordó que en lo que va de año únicamente se han renovado dos convenios de sector en la CAV, una parálisis que se ha traducido en una pérdida de poder de compra de los salarios a lo largo de la crisis. Señaló a ELA y LAB, así como a las patronales territoriales, como causantes del bloqueo de las mesas, y señaló que prácticamente en la totalidad de sectores concurren “voluntades de dilatar los procesos de negociación” para trasladar la toma de decisión a la empresa.
En junio menos de un tercio de los trabajadores afectados por la negociación colectiva de la CAV tenían actualizadas sus condiciones, unos 166.000 asalariados, y de ese porcentaje apenas el 6% cuentan con acuerdos pactados este año. Algo más de la mitad, unos 285.000, tienen sus convenios prorrogados y pendientes de actualización mientras que otros 100.000 empleados han visto decaer su referencia laboral.
En este contexto, CCOO y UGT decidieron en julio renovar, con el 35% de la representatividad, el convenio del metal de Araba, que toma como referencia los criterios pactados en el acuerdo salarial y de empleo firmado en Madrid. Tal y como ratificó ayer Sordo, al metal alavés podrían sumarse en los próximos meses otros nuevos acuerdos de eficacia limitada que darían algo de aire al marco laboral vasco.
Un mal menor Tanto CCOO como UGT consideran que la renovación de la negociación colectiva en minoría es un mal menor que serviría para mejorar los salarios y reducir la precariedad y la temporalidad. Por otro lado, argumentan las dos centrales de ámbito estatal, sin un convenio de sector actualizado que sirva de mínimo en el ramo, las contrataciones realizadas después del 7 de julio de 2013, es decir, los nuevos trabajadores que no tienen consolidadas por ley sus condiciones, pueden formalizarse por debajo del convenio decaído. En la práctica, los últimos acuerdos suscritos en minoría han sido aplicados de forma generalizada en las empresas del territorio.
Sordo insistió en que los sectores no están enfrentados a los convenios de empresa, sino que ambos espacios son complementarios, y defendió la negociación sectorial como base para mejorar las condiciones en cada compañía. “Estos convenios sectoriales nos facilitarían, como palanca, la acción sindical en las empresas”, dijo.
La firma de acuerdos en minoría ha sido censurada por ELA y LAB, que critican que en el metal alavés “se acepta la reforma laboral” y se “extiende la precariedad y la pobreza”. ELA denuncia que acuerdos sectoriales suscritos por CCOO y UGT, como los de la construcción de Bizkaia y Araba, no se aplican ni siquiera en la obra pública.