Madrid - Los precios de la gasolina y del gasóleo han registrado subidas del 0,8% y del 2,6%, respectivamente, en la última semana, con lo que experimentan su primer repunte al alza tras siete semanas de caídas, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea.
En concreto, en el Estado el precio medio de la gasolina sin plomo 95 se ha situado en 1,193 euros y, pese a la subida, se mantiene por segunda semana consecutiva por debajo de los 1,2 euros. Este combustible cuesta un 3,7% más que en enero y un 15% menos que en la misma semana de 2014. De esta manera, llenar un depósito medio de gasolina de 55 litros cuesta actualmente 65,6 euros, lo que supone un ahorro de más de siete euros desde principios de julio.
Por su parte, el precio medio del litro de gasóleo se ha situado esta semana en 1,081 euros, un nivel un 3,7% superior al de enero y un 18% inferior al del mismo periodo de 2014.
Con respecto a los máximos del verano, el precio del litro de gasóleo ha registrado una caída del 7%. Así, llenar un depósito medio de gasóleo de 55 litros cuesta actualmente a 59,4 euros, lo que representa un ahorro de unos cinco euros con respecto a los valores más altos del verano.
Estos descensos de precios se producen en un momento caracterizado por un repunte del precio del petróleo tras los continuos abaratamientos experimentados en las últimas semanas, que llegaron a situar el precio del barril en 42 dólares, su valor más bajo desde 2009. No obstante, en los dos últimos meses el descenso del precio de los carburantes en el Estado no ha sido directamente proporcional al descenso del precio del petróleo.
Los carburantes cuestan en España menos que en la media de la UE, donde el precio de venta al público del litro de gasolina se sitúa en 1,371 euros y en 1,374 euros en la zona euro. Por su parte, el litro de gasóleo cuesta 1,186 euros de media en la UE y 1,153 euros en la eurozona.
El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los nuevos gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal. - Europa Press