GASTEIZ - El Consejo General de la organización empresarial vasca Confebask elige hoy a su nuevo presidente en sustitución del vizcaino Miguel Ángel Lujua, con la incógnita del apoyo de la patronal vizcaina Cebek al candidato propuesto por el SEA alavés, el empresario de la construcción Roberto Larrañaga. En todo caso, el nuevo presidente de Confebask -el sexto en la historia de la organización- tiene importantes retos por delante entre los que se incluyen los de desbloquear la negociación colectiva en Euskadi, aunque los convenios los firman las territoriales, propiciar una mejora de las relaciones laborales vascas, consolidar la reforma laboral en las empresas, afianzar la financiación de las organizaciones empresariales, clarificar el papel empresarial en la formación, adecuar su discurso a las diferencias existentes entre cada territorio de la CAV, reforzar el peso vasco en CEOE y favorecer una mayor presencia de la mujer en las cúpulas empresariales. Tareas nada sencillas que afrontará en una coyuntura más favorable de la mano de una Euskadi en crecimiento económico y sin la violencia de ETA.

Aunque la organización empresarial vizcaina Cebek no ha ocultado sus reticencias hacia el perfil del candidato a presidir Confebask -una persona de un perfil bajo y reticente a desempeñar el papel público al que obliga un cargo como el de máximo representante del empresariado vasco-, la realidad es que en la reunión, que se celebrará hoy en Bilbao se someterá a ratificación la candidatura de Roberto Larrañaga, propuesta por la patronal alavesa SEA para sustituir a Lujua en la presidencia -cada territorial, Adegi, Cebek y SEA, tiene derecho a proponer una candidatura alternativamente- de Confebask.

La organización alavesa que preside Pascal Gómez formuló su propuesta en cumplimiento de los estatutos de Confebask. Ahora les corresponde a las organizaciones empresariales territoriales integradas en la patronal vasca, SEA, Cebek y Adegi, respaldar la propuesta, abstenerse o ir a un bloqueo del nombramiento que nadie espera, simplemente por responsabilidad. “Saliendo de una crisis económica durísima no están los tiempos para lanzar a la sociedad vasca un mensaje de enfrentamiento entre las organizaciones empresariales”, señalan empresarios vascos que recuerdan que es época de aunar voluntades para aprovechar la recuperación económica.

El candidato a presidente de Confebask para los próximos cuatro años, Roberto Larrañaga Oyanguren, es un empresario en el sentido estricto y no un mero gestor. Larrañaga, nacido en Eibar, está afincado en Vitoria desde hace más de 30 años, vinculado al sector de la construcción. Dirige la empresa alavesa Zikotz S.A., fundada en 1.984. Además cuenta con una amplia trayectoria y experiencia en el mundo asociativo empresarial pues ha sido presidente de Uneca; forma parte de la Junta Directiva de SEA y es el presidente de la Comisión de Seguridad y Salud Laboral de Confebask a cuyo Comité Ejecutivo pertenece desde hace más de una década. Larrañaga, al que nadie cuestiona personalmente, no tendrá fácil su labor pues ya el presidente saliente de la patronal vasca Confebask, Miguel Ángel Lujua, señaló en su despedida que el principal reto que queda en la “lista de tareas pendientes” para su sucesor es el bloqueo de las relaciones laborales y la negociación colectiva en Euskadi, que considera “fundamentales” para asegurar la competitividad de las empresas vascas.

El representante alavés tendrá que intentar sentar a la mesa al sindicato mayoritario vasco ELA, tarea que se antoja imposible hoy por hoy, pero también tendrá que mediar entre las tres patronales territoriales de la CAV para articular una postura común algo que no es fácil dadas las diferencias existentes en el tejido industrial y, sobre todo, en la representación empresarial y sindical en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. En Adegi se defiende un nuevo modelo de mayor participación de los trabajadores en las empresas, por convencimiento y para paliar las dificultades de firmar convenios sectoriales dada la fuerte presencia de ELA y LAB, pero en Araba, los empresarios no hacen ascos a firmar convenios de eficacia limitada con CCOO y UGT.

Financiación Otro reto importantes está relacionado con la financiación de las organizaciones empresariales, en especial de Confebask que dado su carácter de cúpula depende mucho de las tres territoriales, máxime desde que el Gobierno español, con la escasa oposición de la CEOE de Joan Rosell, cambiase el sistema de formación con lo que la patronal y los sindicatos han perdido el control de los fondos ligados a los cursos de formación. Por último, el nuevo presidente de Confebask tendrá que asumir el papel de interlocutor único del empresariado vasco con el Gobierno de Gasteiz pese a las diferencias entre territoriales.