madrid - Los empresarios españoles no quieren financiar un sistema de formación profesional en el que, tras la reforma del Gobierno español, la gestión ya no está en sus manos, sino en las de la administración, y en el que el carácter finalista de este dinero, la financiación de la formación continua, está cada vez más escorado hacia la recualificación de parados, critican.
Además, dudan de que vayan a poder participar activamente en el diseño de los programas de formación, como versa la reforma, y se ven financiando un sistema que no cubre las necesidades de formación que las empresas realmente necesitan. “¿Qué pintamos ahí?”, se preguntaban ayer fuentes de la patronal.
Por eso, muchas empresas y patronales, entre ellas la asociación de cajas de ahorros CECA o la patronal de pymes Cepyme, plantean unir sus fuerzas y pedir de forma organizada y firme la supresión de la cuota del 0,6% de las nóminas -otro 0,1% corre a cargo del trabajador-, con la que fundamentalmente se ha venido financiando el sistema, y dedicar sus recursos a crear nuevos cauces para impartir formación. “En septiembre se va a acelerar muchísimo el proceso”, prevén las mismas fuentes.
Se trata de una rebelión en toda regla contra una de las reformas más ambiciosas del Ministerio de Empleo, que perseguía dotar de más eficacia a un sistema que mueve al año 2.000 millones de euros y evitar nuevos casos de fraude. - E. Press