BILBAO- Elena Zarraga, directora general de la empresa de consultoría LKS Sociedad Cooperativa, un grupo que cumplirá 25 años en 2016 que cuenta con dos grandes áreas, ingeniería y consultoría de gestión, es una persona con una amplia carrera profesional a sus espaldas. Economista de formación, Zarraga ha pasado, entre otros puestos, por la dirección financiera de Fagor Electrodomésticos, hasta el estallido de la crisis en 2008, y por la sociedad de garantía recíproca (SGR) Oinarri, que ha tenido un papel muy importante en ayudar a la financiación de las pymes de la economía social en estos años de crisis. Hace un año volvió a LKS como directora general de consultoría. Desde su punto de vista analiza cómo ve la situación de las empresas vascas y reflexiona sobre la economía social y sobre la figura jurídica de las cooperativas.
¿Qué es LKS?
-Somos un proyecto socio-empresarial de servicios profesionales avanzados: Consultoría, Asesoría Jurídica, Formación, Informática etc. LKS está integrado en el Grupo Mondragón y por lo tanto tiene una escala de valores donde destacan, entre otros, la cooperación entre las personas y la búsqueda de la transformación social. El grupo integra a más de 400 personas y factura cerca de 27 millones de euros.
¿Se nota desde LKS, como grupo que presta servicios avanzados a empresas, una mejoría de la economía vasca en 2015?
-Sí, aunque el escenario europeo y global nos obliga a ser prudentes y a mirar las cosas con cautela. Pero sí se nota una cierta recuperación, de hecho las empresas vascas tras varios años paradas ya nos consultan, nos piden presupuestos. Se empieza a ver actividad.
¿El mejor escenario económico en Euskadi y en el Estado se va a reflejar en la evolución de LKS este año?
-Esperamos crecer en el conjunto de las actividades de LKS en torno al 8%, aunque en este inicio de año estamos por encima del 12%. Pero dicho esto, la recuperación de la actividad no va acompañada de la recuperación de las precios, que siguen muy presionados a la baja, especialmente por las administraciones públicas. Las empresas de consultoría llevamos años conteniendo los precios de los servicios que prestamos y ello ha afectado a nuestros márgenes y a los resultados pero aún así hemos mantenido la mayor parte del personal, dentro de nuestra apuesta por las personas y su capital intelectual.
¿Qué área de actividad tiene más potencial en estos momentos?
-En nuestro caso, la consultoría tecnológica, que concentra el 70% de la facturación y 338 personas del total, tiene por delante un campo como el de la transformación digital, en el que acompañamos a las empresas en ese cambio, aprovechando el manejo de lo que conocemos como big data para facilitar las direcciones empresariales. Por ejemplo, colaboramos con Orona, uno de nuestros principales clientes, en campos muy diversos como en la implantación de soluciones de movilidad, sistemas de datos para controlar el mantenimiento de equipo, así como en diálogos máquina a máquina. En todo caso tenemos claro que la tecnología tiene que estar al servicio de tu propia estrategia como empresa.
Trabajan en la implantación del modelo de la Industria 4.0
-El futuro pasa por ahí, por integrar la inteligencia artificial en la producción manufacturera en todos los aspectos. La fabricación avanzada es la gran apuesta de la industria vasca de cara al futuro y ahí estamos acompañando a los clientes.
LKS también presta servicios a la administración pública. ¿En los últimos años, con la crisis y la reducción de ingresos fiscales, se ha notado una reducción de inversiones?
-Efectivamente trabajamos en diferentes proyectos con varias áreas de la administración vasca y sí se ha notado una menor actividad en años pasados. Colaboramos con iniciativas en temas de informática con EJIE, también con la red KZ Gunea. Con Lanbide, mantenemos los sistemas de gestión de la RGI. En Osakidetza, aportamos una herramienta para facilitar procesos relacionados con el control de seguimientos del paciente.
Numerosas empresas que trabajan con la administración muestran su preocupación con la dinámica generada en la crisis de contratar todo más barato sin atender si a esos precios se puede sostener el empleo de calidad.
-Hasta ahora podía ser entendible pero no es sostenible y creo que la situación terminará reconduciéndose. Una prestación de servicios basada solo en la tarifa más baja no es sostenible, máxime si quieres vivir en una sociedad con unos empleos no precarios. En nuestro caso nos hemos peleado con todos los competidores en tarifas pero no hemos caído en la tentación de precarización de nuestro personal. Naturalmente esta situación nos ha afectado a los márgenes pero seguimos haciendo los trabajos con consultores senior perfectamente cualificados. De hecho, el 75% de nuestros trabajadores tienen formación superior. Y más de 300 personas de la plantilla de LKS tienen un contrato indefinido. Adicionalmente el pasado año creamos 32 empleos y este año llevamos 58 personas más.
¿La reactivación está llegando a la industria?
-Sí se ve una reactivación en el sector industrial aunque aún se ven más peticiones de ofertas que contratos en firme. Sí notamos que, con la vuelta al crecimiento del PIB, las empresas han vuelto a invertir en sistemas, en mejoras, en equipos, aunque la recuperación de las tarifas de los servicios empresariales no va a ser tan fácil.
Usted tiene experiencia en los asuntos relacionados con la financiación de las empresas. ¿Ha mejorado la situación?
-Sí, en estos momentos hay liquidez en los mercados. Se ha vuelto a ofrecer dinero y financiación a precios más bajos a las empresas, pero, eso sí, para proyectos solventes. Además las tasas de morosidad se han reducido sustancialmente este año.
Algunas empresas industriales señalan que tienen problemas para cubrir como esperaban puestos técnicos. ¿Notan ustedes ese problema a la hora de contar con profesionales para la consultoría tecnológica?
-Es cierto que en algún segmento hay problemas. Por ejemplo, en ingenieros de sistemas. No es fácil acceder a ingenieros con un cierto recorrido profesional.
Usted es una firma defensora de la economía social y de la participación de los trabajadores en las empresas, pero ¿es la fórmula jurídica de la cooperativa, a la luz de acontecimientos recientes, la más adecuada para gestionar empresas de un cierto tamaño en grupos que son ya multinacionales?
-Nosotros defendemos claramente la participación de los trabajadores en las empresas pero es cierto que no siempre es fácil gestionar con la figura jurídica de una cooperativa cierto tipo de empresas por dificultades puramente técnicas y por tener una cultura distinta.