WASHINGTON. "Esta propuesta ha mostrado significativa flexibilidad para tener en cuenta la situación política y social (...) y suavizar las medidas que deben tomarse para que Grecia vuelva al crecimiento y la estabilidad", afirmó Lagarde en una rueda de prensa en la sede del Fondo Monetario Internacional (FMI), en Washington.

Lagarde viajó el lunes a Berlín para asistir a una reunión de los acreedores internacionales organizada por la canciller alemana, Angela Merkel, y a la que también acudieron el presidente francés, François Hollande; el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, y el de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, para acordar una propuesta común que presentar a Atenas.

"Mi esperanza es que a través de la combinación de las reformas, y no solo el ajuste fiscal, aplicando las reformas estructurales y abrazando todos los aspectos del programa, el país pueda salir de una situación que ha durado demasiado", señaló la directora del FMI.

El objetivo, insistió Lagarde, es situar "a la economía de Grecia en una senda sostenible, para que baje el desempleo y pueda financiarse de manera normal en los mercados sin recurrir a instituciones internacionales".

Por su parte, este miércoles en Bruselas, el primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, continuó las conversaciones para solucionar la crisis con encuentros con Juncker y el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, encuentro que las partes calificaron como "bueno y constructivo", aunque precisaron que no se había alcanzado un resultado definitivo.

El comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, recordó hoy que queda "poco tiempo" al referirse a los problemas de liquidez que enfrenta Grecia, que debe efectuar un pago al FMI mañana, viernes, y a que la prórroga del segundo programa de rescate al país expira el 30 de junio.

El Gobierno heleno busca desbloquear el rescate de 7.200 millones de euros, sin el cual a medio plazo Grecia no podrá seguir cumpliendo sus compromisos internacionales, y para lo que los acreedores internacionales exigen importantes reformas estructurales.