Gasteiz - La multinacional alemana Siemens se sube al tren de la cuarta revolución industrial vasca. El gigante tecnológico se reunirá periódicamente con los responsables del Departamento de Desarrollo Económico y Competitividad para colaborar en la implantación del nuevo modelo de manufactura que impulsa el Gobierno vasco así como en el proceso de internacionalización de las pymes que cuentan con menos recursos para traspasar fronteras. Con esta adhesión, la estrategia Basque Industry 4.0 contará a partir de ahora con un importante nuevo socio en el proceso de digitalización y robotización de las fábricas de la CAV.
La compañía y el Ejecutivo buscan ahora fechas para una segunda reunión, “de nivel más técnico y con temas concretos sobre la mesa”, explicaron fuentes del Departamento de Desarrollo Económica.
El compromiso se gestó ayer durante un encuentro en el que la presidenta de Siemens-España, Rosa García, analizó junto al lehendakari y la responsable de industria del Ejecutivo, Arantza Tapia, las posibilidades de colaboración en un ámbito clave en el escenario de salida de la crisis. García destacó el perfil industrial de la economía vasca, así como el ambicioso objetivo que se ha marcado el Gobierno de Urkullu: trabajar para que uno de cada cuatro euros del PIB vasco se genere en las fábricas en 2020.
desarrollo industrial Tras constatar sintonía en sus intereses, ambas partes acordaron mantener reuniones futuras “más específicas” para determinar el papel que Siemens puede jugar en la política industrial 4.0. La declaración de intenciones será clave en el proceso, porque la compañía alemana esta especializada en la producción de instalaciones y dispositivos de alto valor tecnológico de cara a la automatización de plantas productivas.
Cubre todas las disciplinas industriales -desde alimentación a química pasando por automoción o construcción naval- lo que le permite tener una visión global de la optimización de los procesos productivos y, al mismo tiempo, un conocimiento específico de cada campo.
Sin embargo, lo más importante es que el gigante alemán tiene en muy alto concepto la actual estructura económica vasca y el punto al que se quiere llegar dentro de cinco años, y, por ello, quiere participar en el desarrollo de la nueva política industrial vasca.
En esa línea, la presidenta de Siemens-España afirmó que la industria vasca está “muy saneada” y destacó su potencial y la relación que el sector fabril de Euskadi mantiene con el mundo industrial alemán.
Aunque la multinacional alemana no tiene fábricas en el País Vasco, tiene una sede en el Parque Tecnológico de Zamudio y una red con cerca de 150 empleados que operan en segmentos como máquina herramienta, acerías, sanidad y energías sostenibles. El contacto directo de sus profesionales con el tejido productivo ha permitido a Siemens conocer la base de la economía vasca, de la que destaca el peso que tiene la industria vasca en el PIB, que alcanza el 21%.
Ese nivel de industrialización es, a juicio de Rosa García, un activo en estos momentos, porque la compañía ha constatado que los lugares que mejor han soportado la crisis económica han sido precisamente aquellos donde más del 20% del PIB procede de la manufactura.
García añadió, en declaraciones a los periodistas tras la reunión, que cuando se analiza desde fuera el sector industrial vasco se observa que es “muy potente, una de las más fuertes de España y Europa”. Por ello, calificó de “excelentes” los planes para elevar hasta el 25% el porcentaje industrial del PIB. “La industria vasca está muy relacionada con la alemana y está en un proceso benchmarking -comparación de las mejores prácticas para transferirlas a su sistema- que casi no tiene ninguna otra industria en Europa. Presumid porque podéis”, remarcó.
La primera ejecutiva de Siemens en el Estado aseguró que, pese a no tener planta productiva en Euskadi, la multinacional tiene un “papel instrumental” para mejorar la competividad del tejido industrial vasco. Y que, desde su colaboración con las compañías locales, ayuda al país a crear más empleo.
La vocación es seguir ampliando negocio en Euskadi y uno de los principales campos de actuación será facilitar la internacionalización de las compañías que no tienen músculo para salir fuera solas. Esa labor de “acompañamiento” tendrá un efecto “multiplicador” en la economía, sostuvo García, quien mostró su disposición a avalar tecnológicamente, dirigir y aconsejar a la pequeña y mediana empresa vasca.
Un apoyo que será un importante resorte en la implantación de las fábricas inteligentes en Euskadi. El encuentro de ayer, solicitado por Siemens, sirvió para reforzar la relación que ya mantenía la multinacional con Lakua a través de la viceconsejería de Tecnología. El Ejecutivo mostró su “satisfacción” por que Siemens se “haya fijado en Euskadi” y haya puesto “su experiencia y valor” al servicio de las pymes vascas.
150
Trabajadores forman parte de la red de Siemens en Euskadi. Se trata de profesionales que, a través de procesos de digitalización y robotización, están contribuyendo a la mejora productiva de empresas de máquina herramienta, acerías, actividades sanitarias y energías renovables, entre otras. 120 años en España. Siemens opera en el Estado español desde 1895, donde cuenta con alrededor de 3.400 empleados. El año pasado la multinacional obtuvo un beneficio neto de 5.507 millones de euros en todo el mundo. Opera en todas las ramas de la industria, alimentación, metal, cemento, energía, agua, etc. y también realiza obras -aeropuertos, edificios o puentes- siempre con un sello tecnológico.