El Gobierno Vasco reiteró ayer su intención de mantener la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) de Lanbide un día después de la jornada de huelga y pese a la presión de los sindicatos, que advierten de que endurecerán las movilizaciones si Lakua no cambia el paso. Para el Ejecutivo, retirar el proyecto supondría “demorar todavía más” la aprobación de la estructura de personal en el organismo público, que entra en su cuarto año de vida sin haber consolidado el empleo de buena parte de su plantilla.

Según los sindicatos, en esa situación están 380 de los 870 trabajadores de Lanbide y bajo su prisma todos ellos deberían seguir en su puesto de trabajo por su experiencia en las labores. Lakua recuerda en cambio que no puede consolidar por decreto empleos temporales y convocará oposiciones para cubrir las plazas que están sin consolidar. Añade que esas personas que saldrán de Lanbide podrán optar a los puestos en igualdad de condiciones que otros aspirantes.

La solución no convence a los sindicatos, hasta el punto de que ni siquiera la ampliación de la plantilla -“insuficiente” a su juicio- ha rebajado la tensión en el Servicio Público de Empleo. Al contrario, las centrales argumentan que la RPT supondrá la destrucción de puestos de trabajo.

El enfrentamiento parece inevitable, pero el portavoz del Gobierno Vasco y consejero de Administración Pública, Josu Erkoreka, se mantuvo ayer firme. El proceso “no puede eternizarse” y el calendario de la OPE seguirá su curso. Con todo, Erkoreka destacó que el Ejecutivo “sigue abierto” al diálogo con los sindicatos y añadió que el incremento del número de plazas de la RPT es el “ejemplo inequívoco” de que ha existido en todo momento un diálogo “real”.

El Ejecutivo “sigue receptivo” a la negociación, aunque “desde la convicción de que el proceso negociador no puede eternizarse”. En esa línea, aseguró que si sigue demorándose la resolución de la RPT, Lanbide podría “sumirse en la incertidumbre y en la indeterminación”. En definitiva, “haría imposible” que el Servicio de Empleo “pudiera cumplir el objetivo social para el que ha sido constituido”.

Según argumentó, el Gobierno ha incrementado el número de puestos desde los 557 iniciales hasta los actuales 918. Esto evidencia que “la negociación se ha producido, una negociación con contenidos”. Un gesto que Lakua considera suficiente al margen de qué personas ocupen las mesas, y estima que Lanbide debe cerrar ya su fase de diseño para trabajar a pleno rendimiento.

Por otro lado, el nuevo equipo directivo del CES vasco, encabezado por su presidente, Francisco José Huidobro, y por su secretaria general, Emilia Málaga, se reunieron ayer con el lehendakari, Iñigo Urkullu, a quien presentaron la Memoria de Actividades de 2014 y con quien analizaron el impacto de diversas medidas.