Bilbao - “Hoy el tamaño de Kutxabank no me preocupa nada. Hoy por hoy lo que es un reto para nosotros es la rentabilidad de Kutxabank”, son palabras del presidente de la entidad, Goyo Villalabeitia, durante la presentación de la cuenta de resultados del banco vasco. En 2014 la entidad siguió una evolución ascendente e incrementó su beneficio anual hasta los 150,3 millones de euros, según anunció ayer el propio Villalabeitia, esto es, un 38,8% más que un año antes.

El buen dato se debió el pasado año a la suma de varios factores, según explicó Villalabeitia. Bajó la dotación a provisiones, mejoró la optimización de recursos y se redujo la partida de gastos de explotación, entre otros factores. Además, 2014 supuso “un año de inflexión” en lo que a demanda de crédito solvente se refiere, “con claros signos de reactivación de la demanda de crédito”.

El nuevo presidente de Kutxabank dio cuenta de los últimos resultados de la era de Mario Fernández y avanzó algunas pinceladas de los que serán los objetivos de su mandato. Como ya adelantó DNA, Villalabeitia ha llegado a Kutxabank para relanzar el negocio bancario y mejorar los resultados en forma de beneficios que deriven en dividendo para las fundaciones bancarias. El presidente dio muestra de cuales son sus intenciones al señalar que “la solvencia es importante pero no suficiente”. Kutxabank es la entidad más solvente y saneada del Estado y ahora se centrará en mejorar sus resultados en lo que al negocio típico bancario se refiere. “El objetivo es mejorar la rentabilidad” dijo el dirigente.

Villalabeitia explicó que el banco trabaja ya en un “nuevo plan de negocio que fije los objetivos de los próximos tres o cuatro años”. Objetivos que pasan por la actividad bancaria ya que según el presidente, “la regulación nos está llevando a volcarnos en ese negocio, nos está diciendo eso de zapatero a tus zapatos”. Según argumentó, durante más de hora y media de exposición ante los medios, la sostenibilidad de un negocio bancario se mide en base a los ratios de eficiencia, de rentabilidad y de fondos propios, áreas en las que el banco vasco puede mejorar y en las que se centrará a partir de ahora, si bien por el momento no se han fijado objetivos concretos, a falta de ese plan de negocio en el que ya se trabaja en el seno de la entidad.

Esa eficiencia pasa por gastar menos y generar más ingresos. Para lo segundo, Villalabeitia confía en las buenas previsiones de la economía estatal y en ese aumento de la demanda de crédito. Para mejorar la partida de gastos, la entidad mantendrá su política de ajuste, sin que el mandatario avanzase ayer planes concretos al respecto. Todo ello en un contexto marcado por los bajos tipos de interés fijados por el Banco Central Europeo que merman los márgenes de ganancias de las entidades financieras, y que según Villalabeitia se prolongará al menos hasta 2016, según las previsiones.

Además, el presidente tachó de estratégico el negocio de seguros y avanzó que el banco tratará ese área con especial mimo próximamente.

Lo que sí destacó el dirigente es que el ratio de eficiencia “es uno en los que más nos fijaremos” en el futuro. En 2013 para ganar cada 100 euros el banco invirtió 63,6 euros, ratio que mejoró en 2014 hasta los 61,7, pero que sigue siendo mejorable ya que está por encima de la media.

El banco de las antiguas cajas de ahorro vascas tiene así una nueva era ante sí, con desafíos diferentes, por lo que se han cerrado algunas puertas que hace no tanto tiempo parecían abiertas, como el estudio de posibles compras para ganar en tamaño dentro del Estado.

“En este momento y con los tipos como están no nos plantearíamos comprar cuota de negocio de mercado doméstico bancario en España. Estamos contentos donde estamos y hoy no tenemos un reto de tamaño, sino de rentabilidad”, señaló ayer Villalabeitia. “Nuestro modelo de negocio pasa por explotar franquicias locales en las que tenemos altas cuotas de mercado”, añadió.

Entre esas franquicias figura Cajasur, entidad que aportó 11 millones de euros al beneficio del grupo en 2014, según el presidente. “Cajasur tiene una cultura de negocio absolutamente transplantada de Kutxabank, en un mercado diferente con una infraestructura industrial y económica diferente”, esgrimió Villalabeitia ayer. “Cajasur está evolucionando muy bien desde el punto de vista de negocio”, insistió.

Negocio puro. El pasado año la demanda de crédito provocó lo que el banco denomina “un punto de inflexión” con respecto a años anteriores. De cara a los próximos ejercicios la entidad se centrará en explotar las líneas de negocio clásicas de un banco.

Negocio de seguros. Mención aparte hizo ayer Villalabeitia sobre el área de seguros, que tildó de “estratégica” dentro del grupo. Según explicó el presidente Kutxabank trabaja en el desarrollo de un seguro de salud que complete una oferta que se extenderá a todos los ámbitos.

Eficiencia. Es el gran desafío que aborda Kutxabank en su nueva era: cómo ganar más utilizando menos recursos, gastando menos. El pasado año el ratio de eficiencia bajó desde los 63,6 puntos hasta los 61,7, pero el objetivo del nuevo mandatario es que siga mejorando.

150,3

Kutxabank tuvo en 2014 un beneficio de 150,3 millones de euros, un 38,8% más que un año antes, lo que le permite incrementar la aportación a las obras sociales de sus accionistas: BBK, Kutxa y Vital, hasta los 45,09 millones de euros este ejercicio.