Madrid - El Consejo de Ministros no aprobó ayer, tal y como se esperaba, la séptima edición del Plan PIVE de incentivo a la compra de automóviles nuevos a cambios de achatarrar uno antiguo. El Gobierno español continúa sin activar el programa, pese a que los concesionarios ya han agotado el 80% de su presupuesto. Según informaron fuentes del sector, los puntos de venta ya han descontado 140 millones de los 175 millones de euros contemplados en los Presupuestos del Estado de 2015. Se están cerrando ventas en las que técnicamente el comercio adelanta el descuento.

En la actualidad se está ejecutando una extensión del Plan PIVE 6, que permite a los clientes que adquieran un vehículo nuevo y achatarren uno de más de diez años de antigüedad beneficiarse de 2.000 euros de ayudas con cargo a los fondos del PIVE 7, que todavía no se ha aprobado.

La decisión de retrasar la séptima edición de este programa se produce pocos días después de que el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, apostara por revisar las políticas de estímulo al sector del automóvil, a causa del incremento de las importaciones de vehículos en España. En su opinión, las políticas de estímulo a este mercado “han tenido sentido”, por lo que “quizás ahora que el mercado empieza a tener vida intensa en cuanto a ventas por sí solo, exige una reflexión respecto a las políticas de estímulo”.

Ante estas afirmaciones, las asociaciones de fabricantes (Anfac), concesionarios (Faconauto) y vendedores (Ganvam) avisaron de que el fin del PIVE podría afectar a la recuperación de la automoción y afirmaron que el mercado todavía está lejos de su potencial de 1,2 millones de matriculaciones anuales. - Europa Press