Gasteiz - El lehendakari, Iñigo Urkullu, zanjó ayer cualquier atisbo de duda sobre la posición del Gobierno Vasco respecto al consejero de Empleo y Asuntos Sociales, Ángel Toña, y sostuvo que mantiene intacta la confianza que le llevó en su día a elegirle como sustituto de Juan Mari Aburto. Desde el atril de oradores del Parlamento Vasco, Urkullu puso en valor la trayectoria y la formación de Toña como principal aval para desempeñar la función encomendada por el Ejecutivo autonómico, eso sí, recordó que todavía debe pronunciarse la Comisión de Ética Pública para determinar si la inhabilitación de 18 meses como administrador concursal decretada por la Audiencia de Bizkaia, y que Toña no trasladó al lehendakari pese a conocerla antes de su nombramiento, es causa fundamentada para impedir que el nuevo titular de Empleo convierta su paso por el Ejecutivo en el más breve de la historia de Euskadi.
Desde el Gobierno Vasco se aferran a la imposibilidad de desvelar ningún dato sobre el análisis de la comisión ética que refleja el reglamento interno de este órgano, aunque la intervención del lehendakari en el Pleno de control -primero, a petición del PSE y, en segundo lugar, inquirido por EH Bildu- deja meridianamente clara la plena disposición del jefe del Ejecutivo autonómico a que Toña siga desempeñando las funciones que le fueron encomendadas hace tan solo cuatro días. “Ángel Toña está presente hoy aquí como consejero; creo que es prueba suficiente de mi compromiso”, sostuvo en dos ocasiones el lehendakari.
En su valoración de los hechos, Urkullu también recordó el respaldo sin fisuras que los cuatro principales sindicatos vascos, ELA, LAB, UGT y CCOO, explicitaron hacia la figura de Toña por su actuación en el proceso concursal por el que fue sancionado, una posición unánime poco frecuente que adquiere mayores cotas de singularidad al ser compartida por la patronal.
Así las cosas, el lehendakari especificó que estas muestras de apoyo están basadas en las mismas razones por las eligió a este candidato para encargarle la responsabilidad de encabezar un Departamento que, entre otras cosas, debe buscar alternativas para fomentar la creación de empleo, uno de los principales retos asumidos por el Gobierno Vasco desde el inicio de la legislatura. Toña tiene en su haber, según desgranó el jefe del Ejecutivo autonómico, la experiencia en la defensa de los trabajadores, su labor durante cerca de tres décadas como profesor universitario y su conocimiento de la Administración. Es, por tanto, esta doble faceta “teórica y práctica” de los conocimientos del nuevo consejero lo que mantiene su carta de presentación como la primera opción del lehendakari para reafirmar la línea emprendida por Aburto en esto dos años de legislatura.
En cuanto a la pregunta formulada por el portavoz del PSE, José Antonio Pastor, sobre las “directrices” trasladadas a la última incorporación del Gobierno Vasco para el desarrollo de sus funciones, Urkullu respondió que como única instrucción figura “nuestro programa” y “los compromisos asumidos” por el Ejecutivo.
La segunda inmersión del Pleno en este asunto vino de la mano de EH Bildu, lo que sirvió para comprobar cómo desde la bancada abertzale mantienen una versión atemperada de los hechos en comparación con la reacción inicial del miércoles, anterior al respaldo sindical, en la que los parlamentarios Dani Maeztu y Marian Beitialarrangoitia mostraron su posición contraria a la continuidad del consejero.
Dos días después de su comparecencia ante los medios de comunicación, desde la bancada de la izquierda abertzale tanto parlamentarios como asesores de comunicación se esmeraron ayer en diferenciar esas críticas ligadas a la inhabilitación judicial con lo que supone una petición expresa de dimisión, algo que ni barajaban, al menos, hasta escuchar las explicaciones del lehendakari. Al parecer, las palabras de ayer de Urkullu no fueron suficientemente aclaratorias para los responsables de EH Bildu, que ahora han decidido aguardar hasta que la comisión ética se pronuncie para ofrecer una nueva valoración de los hechos y actuar en consecuencia si lo consideraran oportuno. De momento, ayer el lehendakari les invitó a cambiar “su postura inicial”, después de comprobar la lista de apoyos de la que goza el consejero.
Y en medio de este cruce de valoraciones, el principal protagonista de este episodio, Ángel Toña, debutó en el atril de oradores para dar respuesta a una pregunta del PP. El consejero mostró su disposición a comparecer en esta misma sede para dar “cumplida explicación de todo lo que ha podido suceder”, una intervención tras la que, según puntualizó, el Parlamento Vasco y el lehendakari tendrán “la última palabra”.
Fuentes del Ejecutivo aclararon que la respuesta de la comisión ética podría llegar la próxima semana, tal y como solicitó el propio afectado, aunque este órgano no se rige por ningún plazo prefijado.