Bilbao - El viento de proa que a medidos de 2013 estuvo a punto de hundir el sector naval vasco ha virado y ahora empuja la popa. Los astilleros vascos han sabido rehacerse y afrontan el medio plazo con cierto optimismo. Han logrado once contratos con el nuevo tax lease que, en suma, garantizan empleo durante los próximos dos años. A estos se añaden los buques conseguidos por el mayor astillero vasco, La Naval, que no se han acogido a este mecanismo de financiación. El timón parece enderezado y el sector navega ahora por aguas más tranquilas. Esa es la conclusión del encuentro que ayer celebraron agentes del sector, incluido el Foro Marítimo Vasco, con la consejera de Desarrollo Económico y Competitividad vasca, Arantza Tapia.

Según el presidente del Foro Marítimo, que reúne a los astilleros de Euskadi, Javier López de Lacalle, “desde el invierno pasado observamos una ligera mejoría que se está transformando en nuevos contratos”. La consejera resaltó que con las reglas del nuevo tax lease clarificadas, los astilleros vascos han acaparado once de las trece operaciones que se han confirmado en el Estado, lo que evidencia que “hemos sido pioneros”. “Garantiza que nuestros astilleros van a funcionar alrededor de dos años y esperamos que empiecen a trabajar otros sectores, como ya lo están haciendo, para diversificar la actividad y garantizar el empleo a más largo plazo”, explicó la consejera, año y medio después de que la Unión Europea declarase ilegal el anterior sistema de financiación.

Entre las nuevas dificultades que asoman, el presidente del Foro Marítimo se refirió de forma especial a la bajada del precio del petróleo. Según explicó, esa tendencia afecta al mercado de construcción de buques oil and gas, que son los que transportan gas natural y petróleo, buques en los que los astilleros vascos están especializados. Esa situación incluso ha paralizado algunas de las operaciones que han negociado en las últimas fechas los astilleros vascos. “Estamos pendientes de cómo va a evolucionar el precio del barril, puesto que estábamos a punto de cerrar algunas operaciones que no se han abandonado, pero han quedado un poco paralizadas ante la bajada del precio”, esgrimió Javier López de Lacalle.