PARÍS. "No es más que la punta del iceberg", subrayó Falciani en una entrevista publicada hoy en "Le Parisien", y explicó que los periodistas sólo han tenido acceso a "una parte" de los ficheros que él filtró al dejar HSBC en 2007.
Precisó que allí están registradas "varios millones de transacciones" interbancarias, cifras que "pueden dar una idea de lo que puede estar debajo del iceberg".
De acuerdo con el consorcio de medios de comunicación que ayer dieron cuenta del contenido de los ficheros, se han identificado a 106.000 tenedores de cuentas de unos 200 países en la filial suiza de HSBC por las que transitaron unos 180.600 millones de euros.
Preguntado sobre si más allá de HSBC, las entidades financieras francesas están implicadas, Falciani respondió que "es imposible que los grandes bancos franceses no lo estuvieran" puesto que en ese negocio "están bien posicionadas".
Afirmó que los nuevos dispositivos internacionales para el intercambio automático de información bancaria con fines fiscales no pondrá fin a este fenómeno de la evasión.
"La reglamentación -argumentó- va a centrarse sobre todo en los clientes particulares que declaran una cuenta en su nombre propio", pero esos son los "pequeños" defraudadores, mientras que los de alto nivel recurren a sociedades pantalla, "a veces creadas de forma fraudulenta".
También puso el acento en la protección de las personas que como él dan la alerta -está bajo la amenaza de una orden internacional de arresto lanzada por Suiza por sustraer los documentos de HSBC-, y que "tienen que poder subsistir, y sus familias también. Es de sentido común".
A juicio de Falciani, las tramas financieras de evasión fiscal constituyen un fenómeno al que no se le da la verdadera importancia.