BILBAO - Desde la cátedra de Fundamentos de Análisis Económico de Sarriko, la exconsejera de Economía del Gobierno Vasco ofrece su visión del cambio de ciclo.
¿Dejamos la crisis definitivamente atrás?
-No me atrevo a utilizar la palabra definitivamente para referirme a la salida de una crisis tan devastadora como la que hemos vivido. Hay muchas variables aleatorias, demasiadas incógnitas como para poder afirmar que la salida de la crisis, aquí y ahora, es ya definitiva. Lo que se puede afirmar, porque hay datos y hechos, es que el último trimestre del año 2014 ha sido el mejor del período y que las previsiones para 2015, sin ser extraordinarias, son claramente positivas. La crisis no acabará completamente hasta que no desaparezcan sus consecuencias pero la coyuntura ha mejorado y las previsiones dicen que continuará haciéndolo este año. Hay elementos para el optimismo.
¿El terreno de juego de la economía será diferente? ¿Qué cambiará?
-Hemos cambiado todos y hemos aprendido mucho. A ser más precavidos, a valorar a las instituciones bien diseñadas y con un funcionamiento eficaz, a comprender las dificultades que la globalización impone, a apreciar la honradez o a ser menos ingenuos en cuanto al nivel de corrupción existente. Esto generará cambios en los valores, en los diseños institucionales y en la forma de encarar los problemas y hará que seamos tremendamente sensibles respecto a aspectos tan cruciales como el trabajo para los jóvenes y no tan jóvenes, los aspectos ambientales de nuestras decisiones, las mejoras en el estado de bienestar, en la educación y un largo etcétera.
¿Se volverá a los niveles de ocupación previos a la crisis?
-Para llegar a niveles de ocupación previos a la crisis -prácticamente el pleno empleo- necesitamos, si queremos conseguirlo de la forma más rápida posible, crecer a tasas superiores al 2%. La mejor forma de aumentar el empleo es estimulando la economía, mejorando las expectativas, consiguiendo aumentos en la producción empresarial y propiciando una regulación del mercado de trabajo sensata. Hay una relación muy estrecha entre la tasa de crecimiento del PIB y la disminución en la tasa de desempleo. Tardaremos, mínimo un lustro, en asimilar todo el paro que se ha generado estos años de crisis.
¿En qué posición están las empresas para la salida de la crisis?
-El colectivo empresarial no es homogéneo y no todas las empresas han sufrido igual el desplome en la demanda agregada. De ahí que no todas estén en la misma posición para encarar la recuperación que, al menos para el año 2015, está ya anunciada en casi todas las previsiones económicas. Hay empresas cuya recuperación depende de cómo evolucionen las exportaciones, otras que tienen su nicho en el mercado interno. Algunas han conseguido seguir invirtiendo en mejoras tecnológicas e innovación pero no todas. En cualquier caso, si la demanda privada y pública, interna y externa, despega, la mayor parte de nuestras empresas podrán competir y aprovechar la oportunidad.
-Innovación empresarial, especialización del trabajador, internacionalización, ¿se ha avanzado en esas cuestiones durante la crisis?
-Si, aunque quizá más lentamente de lo necesario. La crisis ha dificultado invertir en innovación y especialización y en educación.
¿Está saneado el sector financiero vasco? ¿Puede hacer algo más para ayudar a empresas y familias?
-Creo que sí está saneado. Y creo que el sector financiero vasco, en cuanto las empresas y los consumidores estemos preparados para producir, invertir y consumir, podrá proporcionar la liquidez necesaria que facilite la actividad económica.
Se habla de la necesidad de avanzar en la integración europea para ser más fuertes ante la crisis.
-En relación con Europa la crisis nos ha enseñado que todavía nos queda bastante por avanzar antes de poder afirmar que formamos parte de un espacio económico, social, cultural, integrado. Ha habido colaboración entre estados pero menos de lo que era necesario. No sé si todos los estados miembros del euro habrán comprendido que, si queremos vivir con una moneda común, tenemos que dejar de desconfiar siempre del vecino, abandonar posiciones intransigentes y empezar a pensar que el fracaso de uno es malo para todos y que cooperar entre europeos es mejor que rivalizar. Me gustaría que así fuera pero es quizás una utopía porque las actuales condiciones no siempre facilitan este tipo de comportamiento.
¿Permitirá Alemania avanzar en la unidad europea?
Alemania no es el único Estado que ha puesto dificultades ante demandas como la mutualización de la deuda o la suavización de los requisitos para que los estados con problemas obtuvieran créditos europeos, pero sí es cierto su papel de liderazgo. Creo que, al menos de momento, no se aprecian cambios. Lo que ocurra con Grecia nos permitirá tener una idea cabal para saber si Alemania está o no preparada y dispuesta para avanzar en la integración. De todas formas tendríamos que tener en cuenta que Europa está, aparte de los aspectos económicos, en situación complicada con los partidos extremos de derecha que están apareciendo y que obligan a mantener posturas muy dialogantes a la hora de negociar entre los estados miembros.
¿Cómo pueden afectar las elecciones griegas a la recuperación? ¿Y un avance de Podemos en España?
-La política condiciona la economía y viceversa. Así que las elecciones en Grecia, el posible avance en intención de votos de Podemos, y otros muchos elementos más, tienen que ser tenidos en cuenta para poder predecir el devenir económico. A Grecia ya me he referido. Y en cuanto a Podemos, ver venir. La información sobre alguno de sus dirigentes, si es cierta, me preocupa mucho. Cuando se ocupa una plaza a tiempo completo en la Universidad está permitido hacer trabajo remunerado fuera de la misma siempre que se satisfagan tres condiciones: Tener la autorización, pagar a la universidad un 20% de los honorarios que se obtengan y no sobrepasar el 80% del sueldo máximo obtenido por un catedrático con dedicación exclusiva. Sin olvidar, claro, el cumplimiento de las obligaciones que el trabajo a tiempo completo exige. Aunque estemos viviendo en medio de tremendos escándalos de corrupción que podrían hacer pensar que nuevas ideas y nuevas personas podrían ser beneficiosas en el panorama político, personalmente albergo serias dudas acerca de las posibles aportaciones de Podemos, tanto en el terreno económico como político.
El petróleo es otra variable incontrolable, hay muchas teorías sobre el desplome de su precio.
El precio del petróleo, al ser un recurso no renovable, debería aumentar a medida que se explota el recurso y se avanza hacia el agotamiento del mismo. A esto se le llama el cumplimiento de la regla de Hotelling. Si el precio no está siguiendo esta regla es, o bien porque los países productores importantes no quieren perder cuota de mercado, o bien porque, a través del uso del fracking, EE.UU. ha dejado de depender de las importaciones de crudo o cualquier combinación de circunstancias que no son necesariamente económicas.
Los bajos precios actuales son positivos para las empresas vascas, ¿se mantendrán mucho más?
Me cuesta creer que sea una tendencia a largo plazo.