Bilbao - La Fiscalía de Bizkaia ya está desarrollando las diligencias que estima oportuno para analizar si existe o no causa de un posible delito en el contrato de Kutxabank con un bufete de abogados que implica al político socialista Mikel Cabieces y el expresidente del banco de las cajas vascas, Mario Fernández. Uno de los primeros pasos a dar por la fiscal Carmen Adán, encargada del caso, es tomar declaración a los presuntos implicados. Ayer fue el turno del director de Recursos Humanos de Kutxabank, Fernando López de Eguilaz, y mañana pasarán por su oficina los dos principales afectados: Mario Fernández y Mikel Cabieces.

La fiscal Adán pidió al responsable del área de Recursos Humanos del banco toda la información que Kutxabank conserve sobre el contrato presuntamente irregular que los propios servicios internos del banco detectaron. De hecho, fue el área que dirige López de Eguilaz el que localizó algo anómalo en la relación que unía a Mikel Cabieces, exalcalde de Portugalete, con el banco, según desveló ayer este diario.

Cuando Cabieces dejó su cargo de delegado del Gobierno en Euskadi, a finales de 2011, empezó a colaborar con un bufete de abogados al que Kutxabank aumentó los emonumentos sin que, aparentemente, se incrementaran los servicios prestados. En noviembre, cuando la colaboración de Cabieces con el banco dejó de existir esos gastos cesaron y fue entonces cuando la alarma saltó en el seno de Kutxabank. El banco ordenó entonces realizar una auditoría interna que acabó verificando que efectivamente existía una situación irregular.

Tras activar todos los pasos protocolarios y avisar al regulador, el banco vasco dio el siguiente paso ya reglado, que es informar al Ministerio Fiscal de los hechos acaecidos. Fue el pasado jueves. Pocos días después la fiscal ya ha comenzado a evaluar el caso. En menos de seis meses debe decidir si remite una denuncia al Juzgado o archiva la causa, en definitiva si hay o no indicios de un posible delito. Se espera que la decisión no se demore en el tiempo.

Para ello contará con la información que el banco le remita y la declaración de los implicados, entre ellos Mario Fernández y Mikel Cabieces. El expresidente de Kutxabank decidió hace unas semanas, cuando la auditoría interna verificó la situación anómala, abonar de su bolsillo los 243.592,02 euros que recibió el bufete con el que trabajaba Cabieces hasta su salida. Gracias a esa decisión solventó el posible quebranto al banco. La propia Kutxabank informó el viernes en un comunicado que “el importe de dicha actuación ha sido íntegramente devuelto, por lo que el quebranto económico para la institución ha sido totalmente compensado”.

Según algunas fuentes el hecho de que el dinero ya haya sido devuelto y por tanto Kutxabank no sufra los efectos podría provocar que la Fiscalía archive el caso. Por el momento, el proceso legal está en una primera fase muy inicial, por lo que es difícil evaluar cómo se desarrollarán los acontecimientos y si finalmente se emitirá una denuncia o no contra el dirigente.