MADRID. "Aquí suelen venir trabajadores con experiencia, que conocen cómo es la vida profesional, tanto por cuenta ajena como por cuenta propia", explica Francisco Cámara, director ejecutivo (CEO) de Freeland Innovation Center, uno de estos espacios de "coworking" (trabajo compartido) ubicado en Madrid.
La convergencia de trabajadores, proyectos y sobre todo ideas protagoniza el día a día en estos centros, que ofrecen la posibilidad a cualquier trabajador autónomo de instalarse en un lugar de trabajo compartido a un precio asequible.
Parte de los trabajadores que ahora forman parte de la comunidad de Freeland Innovation Center realizaban su trabajo desde casa, la alternativa más barata para un autónomo, pero que sin embargo tiene diversos inconvenientes, como relata Cámara.
"Cierto que la flexibilidad y la comodidad de casa están bien, pero limitan las posibilidades de mejora", advierte el experto, a quien da la razón Elena Martínez, gestora de otro espacio de trabajo compartido en Madrid, La Industrial.
"Lo normal es que el autónomo se pueda montar la oficina en su casa, pero allí es un aburrimiento y tampoco puedes recibir visitas de clientes", relata la gestora, quien a la hora de crear La Industrial lo hizo con la intención de conseguir atraer a "un grupo heterogéneo de trabajadores".
En este sentido, Cámara subraya que "la única manera de conseguir mejores resultados es abandonar la zona de confort y hacer contactos", precisamente una de las mejores virtudes de los espacios de "coworking".
"Hay de todo, hay empresas de comunicación, agencia de viajes, tenemos un diseñador gráfico, una plataforma de reformas, hay de todo, empresas digitales, escritores... así unos complementan a otros", explica Martínez desde La Industrial.
Servicios como internet a máxima velocidad, aseos, limpieza, calefacción y aire acondicionado o domiciliación comercial y fiscal de la firma están asegurados por la mayoría de estos centros de trabajo, cuyos precios en la capital oscilan entre los 100 y 250 euros al mes por puesto de trabajo, siempre en virtud de la tarifa escogida.
"La base para que esto funcione es el espacio", destaca Cámara, con quien coincide Martínez a la hora de señalar que la "gestión interna" debe ser impecable en un centro de trabajo de este tipo, que tradicionalmente ha sido hogar de autónomos, pero que actualmente también está evolucionando hacia otras tendencias.
"Grandes empresas han empezado a externalizar parte de sus departamentos y en lugar de alquilar más oficinas buscan espacios de 'coworking' para trasladar a parte de sus trabajadores", sostiene la gestora de La Industrial, donde ya viven esta situación.
Como indican los expertos consultados, cualquiera puede probar a trabajar en estos espacios compartidos, pero el CEO de Freeland Innovation Center, sin embargo, aconseja que estos autónomos adopten una filosofía determinada con respecto al trabajo, que les ayudará a optimizar su experiencia.
"Buscamos gente con ganas de hacer cosas, intentamos hacer entre todos que las cosas sean posibles", precisa Cámara, quien explica que "cualquier persona que busque alcanzar o maximizar sus objetivos, que tenga compromiso con su proyecto y lo quiera llevar a un punto de crecimiento" cumple con ese perfil.
"Es la mejor opción para un trabajador autónomo", zanja Martínez, quien explica que trabajar en un espacio de "coworking" es "mucho mejor que compartir oficina", porque, como señala Cámara, "además de trabajar se generan oportunidades".