gasteiz - El fuerte descenso del precio del petróleo en los mercados internacionales, -el brent del Mar del Norte, de referencia en Europa, alcanzó en junio los 115 dólares el barril de 42 galones de capacidad, unos 159 litros y ahora está en 61 dólares-, está generando un fuerte impacto en algunas economías y, como en todos los casos, hay ganadores y perdedores. Y, en principio, entre los ganadores están los países como Euskadi, con una gran dependencia de los combustibles importados, que verán como su factura se abarata sustancialmente.
La CAV consume al año unas 2.000 ktep, miles de toneladas equivalentes de petróleo. Teniendo en cuenta que un barril de crudo de 159 litros supone 0,143 toneladas, -calculado con un hidrocarburo con una densidad media de 0,9-, y que el barril está a 61 dólares supondría una factura de 854 millones de dólares lo que implica cerca de 650 millones de dólares de ahorro, unos 530 millones de euros, respecto a un año con el petróleo a un precio medio de 100 dólares-barril.
La CAV tiene una dependencia energética del exterior del 94,5%, la más alta de la Unión Europea con la excepción de Luxemburgo, con el 97,2%. Una dependencia mayor que la del Estado español del 76,4%, que la de Alemania, 61,1%, y que la del Estado francés, un 48,9%. La media de la UE-27 es del 53,8%, según los datos de 2013 del Ente Vasco de la Energía.
En total la factura energética de la CAV, incluyendo todos los combustibles, alcanzó el pasado año los 6.093 millones de euros, según las cifras que maneja el EVE, muy por encima de los 4.618 millones de euros de 2009.
En el caso concreto del petróleo y sus derivados, estos productos suponen el 39% del consumo interior bruto de la CAV, cifra que también está por encima de la media de la Unión Europea-27 que es del 36%.
El pasado año entraron en la CAV, 7.369 ktep, miles de toneladas equivalentes de petróleo, de las que 2.003 ktep se consumieron en la CAV. Además las importaciones de gas natural sumaron 2.229 ktep. Hay que tener en cuenta que Petronor importa petróleo para la refinería de Muskiz y luego exporta buena parte de los productos refinados.
La notable rebaja del precio del crudo importado por Euskadi se notará positivamente en los próximos meses. En el tercer trimestre de este año, según el Eustat, la CAV importó productos energéticos por importe de 1.843 millones de euros, partida que se reducirá lógicamente en este último trimestre. Los consumidores vascos ya están notando positivamente en sus bolsillos la mayor renta disponible al tener que destinar menos dinero a llenar el depósito de los coches y, más importante, el de los camiones ya que el transporte de mercancías por carretera es básico en la logística de Euskadi por lo que los transportistas se alegran sobremanera del recorte de gastos por dicha vía, y todo ello debería contribuir al crecimiento del PIB de cara a los próximos meses.
La misma historia es para el Estado español que destina unos 35.000 millones de euros anuales al pago de la factura del petróleo.
Pero no es oro todo lo que reluce porque el fuerte descenso de los precios del crudo también tiene su cara negativa. En primer lugar, para los dos grandes productores mundiales, EE.UU. aparte, casos de Arabia Saudí o Rusia, que extraen cerca de 11 millones de barriles diarios, así como para Irán, sexto productor mundial con 3,5 millones de barriles, o Venezuela, con 2,5, pero también para México y Brasil, dos grandes clientes de Euskadi, cuyos ingresos petrolíferos son importantes para su economía, con 3 y 2,6 millones de barriles diarios.
Los menores ingresos procedentes de los hidrocarburos están afectando de forma negativa al PIB de los países emergentes que crece menos de lo previsto y ello supone menos mercado para los productos manufacturados vascos en un momento en el que las exportaciones se han convertido, a la espera del repunte de la demanda interna, en el gran sostén de la economía de Euskadi.
Un capítulo aparte es el del importante sector industrial vasco relacionado con el oil&gas. La industria fabricante de tubos, válvulas, material off-shore para las plataformas etc lleva una trayectoria muy positiva pero una reducción tan sustancial de los precios del petróleo cuestiona la rentabilidad futura de nuevas inversiones extractivas y, de hecho, algunos proyectos, con sus pedidos, se empiezan a situar en stand-by a la espera de una clarificación del tema.
Por lo tanto, de salida, en Euskadi los aspectos positivos de unos precios más bajos de la energía superan a los negativos ya que es un país netamente importador y con un peso del transporte de mercancías por carretera, gran demandante de derivados de petróleo como combustible, muy superior a la media europea. Otra cosa es que la bajada de los precios internacionales del crudo anticipe un menor crecimiento económico internacional, algo que para una economía exportadora como la vasca no sería la mejor noticia a medio plazo.
¿Pueden repuntar los precios del crudo en los próximos meses? A fecha de hoy, según los analistas, es improbable dados los movimientos geoestratégicos que van de la mano del descenso del crudo.
Aparentemente, Arabia Saudí, -el mayor productor mundial de petróleo y el que tiene los costes de extracción más bajos-, apuesta por mantener los precios al nivel actual, en la frontera de los 60 dólares y muy lejos de los 100 previstos hace un año, porque así consigue eliminar competidores del mercado y disuadir a otros de entrar en el mismo. Y estamos hablando de los productores que extraen hidrocarburos mediante técnicas de fracking. Esta práctica, realizada principalmente por pequeñas compañías en Norteamérica, es rentable, efectos medioambientales aparte, con el crudo a 90-100 dólares pero no a 60. El resultado es que EE.UU., el gran consumidor mundial de petróleo y derivados, -de hecho consume tanto como China, Japón e India juntos unos 19 millones de barriles diarios-, se ha convertido tras Arabia en el segundo productor mundial y podría inclinarse a exportar lo que presionaría los precios internacionales a la baja, además de quitar a Arabia su papel clave en el negocio del petróleo.
Estados Unidos, por otra parte, aprovecha la ocasión para debilitar las economías de sus tres adversarios: Rusia, embargada por la política expansiva en Ucrania; Irán, enemigo de Israel y de Arabia por razones religiosas, y Venezuela. Estos tres países dependen en gran medida de sus ingresos petrolíferos para cuadrar cuentas.
Arabia estaría repitiendo movimientos estratégicos realizados en el pasado, sirvan de precedente los años 1973 y 1985. En 1973 los saudíes aumentaron los precios y recortaron la producción para presionar en el conflicto árabe-israelí. En 1985 bajaron los precios para frenar en lo posible el desarrollo de la nueva competencia del Mar del Norte.
Productores. Los diez mayores productores mundiales son: Arabia Saudí, Estados Unidos, Rusia, China, Canadá, Irán, Emiratos Arabes Unidos, Irak, México y Kuwait.
Consumidores. Los diez mayores consumidores mundiales son: Estados Unidos, China, Japón, India, Arabia Saudí, Brasil, Rusia, Alemania, Canadá y Corea del Sur.
61
El precio del petróleo en los mercado internacionales en Navidad osciló entre los 57 dólares el barril de 159 litros del crudo de Texas (WTI), de referencia en Estados Unidos, y los 61,3 dólares del brent procedente del Mar del Norte, la referencia en la Unión Europea. En verano el petróleo superó los 115 dólares.