donostia - El consumo eléctrico de las grandes empresas ha crecido un 3,3% en los últimos doce meses, y en el caso de las compañías industriales un 4,7%, según datos de REE, un consumo que tienen que afrontar con tarifas más caras que sus competidoras europeas como resultado de una política energética del Gobierno español del PP que, según denunció ayer la consejera vasca de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantza Tapia, “penaliza a la industria como se ha visto estos días con la subasta de la interrumpibilidad eléctrica”.

La representante del Gobierno Vasco reiteró ayer en Donostia, -con motivo de la presentación del proyecto Bidelek Sareak para desplegar las redes eléctricas inteligentes en territorio guipuzcoano-, su denuncia de la política energética del Gobierno del PP y afirmó que las actuaciones en este área del equipo del ministro de Industria, Jose Manuel Soria, está basada “únicamente en la reducción de costes, sin analizar para nada lo que es la política industrial del país”.

Arantza Tapia insistió en que las nuevas tarifas eléctricas y los nuevos peajes que se han aplicado sobre la industria vasca “han mermado su competitividad”. No hay que olvidar que la industria representa cerca del 60% del consumo eléctrico total de la CAV que a su vez es casi el 8% del total estatal.

“Lo que es la interrumpibilidad y la aplicación que se está haciendo en este momento sobre las subastas está consiguiendo que la industria vasca pague muchísimo más que lo que sus competidores en otros países europeos”, destacó Arantza Tapia. Una industria como la vasca intensiva en consumo energético se ve mucho más afectada que otras si tiene que hacer frente a tarifas más elevadas que la de los principales países industriales de la Unión Europea, algo que, en un momento en el que las compañías se ven obligadas a exportar ante la debilidad de la demanda interna española, lastra su competitividad, su cuenta de resultados y, al final, su empleo.

La última vuelta de tuerca del Gobierno español ha sido la de reducir la partida de bonificaciones de la que se beneficiaban las empresas con altos consumos eléctricos por aceptar la posibilidad de ver cortado su suministro eléctrico en el hipotético caso de puntas de demanda que no se pudiesen cubrir para evitar cortes a los consumidores domésticos. Con este sistema, que se aplica en situaciones de desequilibrio entre generación eléctrica y demanda, las industrias pueden ver interrumpido su servicio energético y ser retribuidas y compensadas por ello. Antes de la reforma esta partida sumaba 750 millones de euros, ahora sólo 350 millones aunque se espera que llegue a 550 pero aún así es una reducción sustancial. Tapia ya había afirmado días pasados que las empresas vascas habían expresado “un profundo malestar por la reducción tan drástica de sus ingresos debido a la adjudicación por interrumpibilidad”.

Al final, según señaló la representante del Gobierno Vasco, “lo que consigue nuestro sector industrial es pagar muchísimo más por su factura eléctrica respecto a posibles competidores. En otros países europeos se actúa de forma concreta para que la competitividad en las empresas sea real y no tenga un sobrecoste por la tarifa eléctrica”, ha señalado.

Arantza Tapia cree que en el Gobierno español “no se está haciendo esa lectura y solamente se está tratando de beneficiar a unos pocos, si es que existen esos pocos, poniendo en práctica una política energética basada solo en la reducción de costes”. En este sentido indicó que en Madrid no existe una política “clara” sobre el desarrollo de las energías renovables, sector en el que empresas vascas son punteras a nivel internacional.

Arantza Tapia, junto con la directora del EVE, Pilar Urruticoechea, y el presidente de Iberdrola Distribución, Javier Villalba, anunció en Donostia que el Gobierno Vasco y la citada compañía eléctrica van a iniciar el despliegue de las redes eléctricas inteligentes en Gipuzkoa, iniciativa que contempla la sustitución de 80.000 contadores eléctrico y modernizar 500 centros de transformación durante el próximo 2015 en el territorio histórico, dentro del programa Bidelek Sareak.

Este programa está dotado con un presupuesto de 60 millones de euros para desarrollar en Euskadi redes de distribución eléctricas inteligentes, 13 millones de ellos destinados a Gipuzkoa.

Tapia recordó que el despliegue se realizará de forma escalonada a partir de febrero en Donostia y continuará en Orio, Aia, Zarautz, Getaria, Zumaia, Zestoa, Aizarnazabal y Pasai Antxo. Los trabajos incluirán la sustitución de contadores eléctricos de los consumidores por nuevos dispositivos digitales inteligentes.