Bilbao - El nuevo presidente de Kutxabank, Gregorio Villalabeitia dijo ayer sentirse “muy comprometido” con Kutxabank en lo personal y, en lo profesional, indicó sentirse “lo suficientemente retado” por su nueva tarea. Gregorio Villalabeitia, Goyo, tal y cómo fue presentado a los medios, mostró en su primera comparecencia ante los medios los primeros trazos de hacia dónde dirigirá su mandato. Los dirigentes de las antiguas cajas vascas, las accionistas del banco, han priorizado que el sucesor de Mario Fernández tuviera un perfil enfocado hacia el negocio bancario, y Villalabeitia reforzó ayer la idea de que llega para impulsar precisamente el negocio del banco.

Según esgrimió en su primer discurso público, ya “no toca mirar tanto a los test de estrés”, sino “poner el foco en el negocio bancario, en los clientes, en el mercado, en la competencia, en los productos, en los precios, en los márgenes, en la eficiencia, en la rentabilidad”. Kutxabank entra en una nueva era y ha elegido a un banquero para enfocar los esfuerzos en el negocio puro bancario, una vez que entiende que ha concluido la fase de transformaciones. “Ahí es dónde tenemos que concentrarnos y en eso tenemos que obsesionarnos, sin olvidar todo lo que queda pendiente de todos los procesos de recuperaciones”, dijo Villalabeitia, quién añadió que se debe hacer “sin bajar un ápice la calidad del riesgo”.

Villalabeitia dirige ya el banco. Tras la junta de accionistas que ratificó su nombramiento como miembro del consejo de administración, la reunión del máximo órgano de gobierno del banco de las cajas vascas eligió a Villalabeitia como presidente. Por unanimidad.

La mañana de Villalabeitia fue ajetreada. Tras las dos reuniones al más alto nivel dentro del banco, compareció junto a su predecesor, el dimitido Mario Fernández, ante los medios gráficos. Les acompañaron los presidentes de BBK, Kutxa y Vital, Xabier Sagredo, Xabier Iturbe y Fernando Aránguiz, enviando una imagen de unidad. Después, mientras Villalabeitia, Sagredo, Iturbe y Aránguiz acudieron a la comparecencia de prensa, Fernández abandonó las instalaciones y se despidió de quienes han sido sus compañeros durante más de cinco años. El relevo fue automático. Tras despachar los compromisos informativos, Villalabeitia afrontó su labor como presidente, poniéndose al mando de la nave.

Futuro complejo Precisamente sobre la que es ya su tarea habló el nuevo presidente ante los medios. En ese sentido valoró que el futuro que les depara a las entidades financieras es “muy exigente y relativamente complicado”. Pero mostró su confianza en que “todos los equipos de Kutxabank van a estar a la altura de las circunstancias”. Según Villalabeitia, “nos espera una tarea muy dura pero apasionante para aquellas personas a las que les apasione el oficio bancario”.

El dirigente alabó el trabajo de Mario Fernández, quién dijo, “nos deja el listón muy alto, pero eso nos estimula”. Después de la que calificó como la “peor crisis” para el sector financiero, Villalabeitia valoró que Kutxabank “se ha permitido el lujo de mantener unos niveles de capital excepcional”, algo que servirá de punto de partida “muy sólido” para la andadura que con su llegada inició ayer el banco surgido en 2012 tras la fusión protagonizada por BBK, Kutxa y Vital.

Sobre la nueva era, el mandatario esgrimió que el contexto sigue siendo complicado, con los tipos de interés en niveles muy bajos, situación que estima “se va a mantener durante un cierto periodo, lo que no ayuda al desarrollo del negocio”. Kutxabank debe adaptarse al escenario. Un entorno en el que el sector ha perdido confianza y surgen competidores “no regulados”.

Protagonismo regulador A ello hay que sumarle que el regulador, “sea el Banco Central Europeo o el Banco de España”, “va a seguir manteniendo un grandísimo protagonismo, no solo supervisando la calidad de los riesgos y los niveles de capital”. Según argumentó, también se va a ocupar de supervisar la “sostenibilidad del modelo de negocio de las entidades financieras”. “La regulación va a poner el ojo en el modelo de negocio”.

Pese a todos los problemas actuales y futuros que puedan surgir, Villalabeitia aseveró que el objetivo del banco es “obtener beneficios y poder aportar más dividendos a las fundaciones para que puedan mantener y, en su caso, fortalecer la obra social”. Sobre esa labor, el dirigente repitió el mensaje de la casa: “Es nuestra razón de ser y lo que nos diferencia sin complejos”. Aunque no será una tarea sencilla, según el nuevo máximo responsable del banco Kutxabank será capaz de “competir en todos los frentes” porque “en esta casa hay músculo, determinación y trayectoria”.

100

millones de euros calcula la plataforma IRPH Stop Gipuzkoa que debe devolver Kutxabank a los titulares de créditos con este tipo de interés tras “la treintena” de sentencias que han anulado una treintena de préstamos hipotecarios.

Negociación. La asociación que han formado los afectados pidió ayer al presidente de Kutxabank, Goyo Villalabeitia, una negociación sobre los términos en los que la entidad financiera debe reintegrar ese dinero.

Condiciones. Según IRPH Stop, los afectados están dispuestos a aceptar que “una parte o todo el importe” que debe devolver Kutxabank sea destinado a amortizar los préstamos de los afectados. Sin embargo, pone como condición la dimisión del presidente de Kutxa, Xabier Iturbe, la devolución de las viviendas a las familias que tenían el interés IRPH y la dación en pago y alquiler social para todas las personas que han sufrido desahucios.