BILBAO - Mario Fernández pasará a la historia como el primer presidente de Kutxabank. El largo camino hacia la fusión de las cajas vascas se cerró el 1 de enero de 2012, con el nacimiento del banco conjunto. Se abrió entonces la puerta al proceso que ha acabado con la transformación de las cajas en fundaciones bancarias consagradas al mantenimiento de la obra social.
Fernández no ha estado solo en esa travesía, que ha transitado en muchas ocasiones por el terreno de la política, pero su indiscutible liderazgo, de BBK primero y Kutxabank después, ha sido clave.
Sus colaboradores destacan su capacidad de trabajo. Dicen que es incansable y que es difícil seguirle el ritmo. Su jornada laboral es tan intensa como larga y no duda, como ocurrió en septiembre de 2012, en conceder una entrevista un sábado a las 10 de la mañana un día después de recibir la mejor nota del Estado en los test de solvencia y haber apagado la luz de su despacho bien entrada la noche. Cumplidos los 71 años, no piensa en el retiro, anuncia que volverá a la docencia. Tiene plaza como profesor de Derecho Mercantil en Deusto pero en la universidad todavía desconocen si solicitará la reincorporación- y, posiblemente, también mantendrá alguna actividad como abogado mercantilista, una especialidad en la que es considerado una de las grandes referencias del Estado.
Fumador empedernido y tenaz aficionado a la Coca-Cola, ha alimentado los últimos años las hemerotecas con frases redondas que ponen de manifiesto su fuerte carácter y su inclinación por dar su opinión sin tapujos o cortapisas. Así, ha llegado a comparar el fallido proyecto madrileño de Eurovegas con “una casa de putas” o aconsejar a Rajoy que pida el rescate de España con el mayor dinero posible, como haría un italiano.
Licenciado en Derecho por Deusto en 1964, cinco años después ya era profesor de esta prestigiosa universidad. Carlos Garaikoetxea le abrió la puerta del Gobierno Vasco y de la política. Fue vicelehendakari entre 1982 y 1985 y abandonó el Ejecutivo tras la escisión de EA, por cuyo partido llegó a presentarse a la Alcaldía de Bilbao. Fue máximo responsable de los servicios jurídicos del BBV y uno de los sacrificados en 2002 tras la fusión con Argentaria. Como ahora, se negó a jubilarse y se puso al frente del despacho de Uría y Menéndez en Bilbao, un cargo que dejó en 2009 para tomar las riendas de BBK e iniciar el viaje de la fusión. - A.D.M.