madrid - Los empresarios que integran el Instituto de la Empresa Familiar, en el que están algunas grandes compañías pese a que la mayoría son pymes, suspenden la situación política actual en el Estado español, con una nota de 1,08 sobre 9, aunque aprecian una ligera mejoría económica respecto al pasado año. Los empresarios dan un suspenso a ocho de las trece principales medidas de Mariano Rajoy, llevándose las peores notas la reforma energética, la subida de impuestos a las empresas y la reforma de las administraciones públicas.
Estos resultados se recogen en un sondeo realizado durante la celebración del Congreso Nacional de la Empresa Familiar, que se clausuró ayer en Alicante y en el que han participado medio millar de empresarios de compañías como Mercadona, Ferrovial, Inditex o Barceló. El presidente del Instituto de Empresa Familiar, Javier Moll, presentó los datos del estudio en la clausura del congreso en presencia del jefe del Gobierno, Mariano Rajoy. La nota que los directivos de empresas familiares dan a la situación política (1,08) es la peor desde 2008, cuando fue de 2,56. En 2009, ya en plena crisis, la valoración fue de 1,18 y a partir de ahí, la visión siguió siendo crítica (1,7 en 2010; 1,66 en 2011 y 1,69 en 2012).
El pasado año, la nota se elevó a 2,25, por lo que la bajada ha sido de más de la mitad en 2014, lo que los empresarios atribuyen a los casos de corrupción que están aflorando en los últimos meses y a la incertidumbre que genera la irrupción de Podemos, la formación que lidera Pablo Iglesias.
Los empresarios se han pronunciado sobre las principales reformas de Rajoy, suspendiendo ocho de trece. Dan buena nota a la Ley de Garantía de la Unidad de Mercado, a la Ley de Mutuas y a la reforma laboral, mientras que entre las que suspenden se encuentran la reforma energética, el aumento de la fiscalidad a las empresas, la reforma de la administración pública, la Ley de Emprendedores y la Lomce.
situación económica Los datos, en cambio, mejoran cuando se pregunta por la situación económica. El dato de 4,26 es el mejor desde el comienzo de la crisis, después de que en 2008 fuera de 2,77, también sobre una nota de 9. En 2009, la valoración subió a 2,92, y descendió en 2010 a 2,7, hasta tocar fondo en 2010, con 2,32. En 2012, empezó a subir ligeramente y en 2013 dio el salto a 3,89.
Tres de cada cuatro empresarios ven una moderada recuperación de la actividad con una limitada creación de empleo neta, frente a un 23% que ven aún frágil la salida de la crisis y el 1% que la atisban rápida. Dos tercios de los consultados prevén aumento de ventas y el 29% estima que serán similares a las de 2013.
En cuanto al empleo, las perspectivas no son tan optimistas, ya que el 57% de los empresarios cree que se mantendrán los niveles de ocupación en 2015, el mismo porcentaje que en 2013. Un tercio piensa que contratará trabajadores, frente al 11% que reducirá plantilla. - Efe