madrid - Los responsables de las mayores empresas españolas consideran que con sus rectas es posible crear 2,3 millones de empleos en el Estado español en cuatro años rebajando la tasa de desempleo hasta el 10,3% en el horizonte de 2018. El presidente de Telefónica, César Alierta, presentó ayer el denominado Informe España 2018 elaborado por el Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC), en el que un grupo de grandes empresas españolas que suponen el 35% del PIB propone una serie de medidas económicas y de lucha contra el fraude laboral que permitirían rebajar sustancialmente la alta tasa de desempleo, “el principal problema de este país”, según Alierta.

La batería de propuestas contempla, entre otras, un recorte de 30.000 millones de euros en el gasto público hasta 2018 para que la deuda no supere la cota del 100% del PIB, incrementar la lucha contra el fraude fiscal, en especial el derivado del empleo sumergido, favorecer fiscalmente a las pymes para que las empresas puedan aumentar de tamaño, algo fundamental para aumentar la competitividad, incrementar el número de empresas exportadoras, mejorar la formación y apostar por el mundo digital. Esto último implicaría aumentar la inversión en I+D del 1,3% al 3% en 2018.

El presidente del CEC y de Telefónica, César Alierta, aseguró que las medidas propuestas son viables y factibles, no una ilusión, y, en su opinión, conllevarían un cambio importante de la economía española y su tejido empresarial.

Las propuestas de este grupo de empresas incluyen también cambios legislativos y normativos del Estado pues solicitan, entre las medidas de ajustes, fusiones de ayuntamientos, así como profundizar en las reformas estructurales ya emprendidas. Y ello supone dar una vuelta de tuerca más a la reforma laboral y agilizar la entrada en vigor de la reforma de las pensiones.

Un grupo de medidas se refieren a la mejora del marco institucional y para aumentar el número y el tamaño de las empresas del país, que aportarían un recorte de la tasa de desempleo de 4,2 puntos, según el informe citado. Según Jorge Sicilia, responsable del servicio de Estudios del BBVA, “si el tamaño medio de las empresas españolas fuese similar al de las alemanas, España sería un 15% más productiva”.

Implantar en España las mejores prácticas internacionales en economía del conocimiento y en energía contribuirían a rebajar la tasa de paro en 1,9 puntos. La mejora de la educación para mejorar la formación y empleabilidad de jóvenes y adultos supondría reducir el paro en otros 0,9 puntos según el CEC. De esta forma, las medidas estructurales rebajarían el paro en 7 puntos. A esta reducción del desempleo habría que añadir una reducción de 3,3 puntos por la mejora del ciclo económico, de forma que en el año 2018 la tasa de paro se quedaría en el 14,2%.

Por otra parte, una intensificación de la lucha contra el fraude laboral permitíría aflorar a corto plazo otros 827.000 puestos de trabajo de la economía sumergida, que en España es superior a la europea, con lo que el nivel de desempleo se situaría en cuatro años en el 10,3%. Adicionalmente, se generaría un aumento de recaudación fiscal equivalente al 1% del PIB por incremento de las cotizaciones a la Seguridad Social e ingresos por IRPF y la disminución del gasto por prestaciones por desempleo al disminuir el número de personas en paro.

En relación al tipo de empleo por el que se debe apostar, el presidente de Telefónica resaltó que hay que centrarse en los negocios de futuro, que son digitales. El problema de Europa, según Alierta, es que continúa con un modelo industrial tradicional a diferencia de Estados Unidos que hace tiempo que vio que tenía que invertir en la economía digital y en tecnología.

Como los empresarios ven factible crear 2,3 millones de empleos en cuatro años, Alierta fue interpelado sobre qué tipo de empleos serían porque hay estudios que demuestran que en España tener trabajo ya no es sinónimo de salir de la pobreza dada la alta precariedad y baja remuneración de muchos trabajos. En este sentido sí reconoció que en un primer momento los empleos serían temporales pues “lo importante es comenzar a trabajar”. El presidente del CEC subrayó que es normal y natural incorporarse a un empleo eventual en un primer momento y durante un tiempo, para que después pase a ser fijo como sucede en todos los países. Y ha señalado que con la mejora de la economía española y de las empresas llegará el empleo estable.