MADRID. Así consta en la declaración, a la que ha tenido acceso Europa Press, que el que fuera máximo responsable de Caja Madrid entre 2010 y 2012 hasta ser nombrado presidente de

Bankia prestó el pasado jueves en calidad de imputado en el marco de la pieza separada en la que Andreu investiga el uso irregular de este medio de pago.

Rato aseguró que el entonces director financiero en Caja Madrid, Idelfonso Sánchez Barcoj, le entregó dos tarjetas, una para gastos de representación y otra para "gastos particulares", cuyos límites estaban ya establecidos . "Yo entiendo que está englobada en mi remuneración y es, por lo tanto, de uso personal", dijo.

Según interpretó, se trataba de "un instrumento de pago de las retribuciones y tenía que estar sometido a la fiscalidad de cualquier retribución". "Entiendo claramente que es una parte de mi retribución, no un incremento", ha remachado.

El imputado reconoció que no le explicaron los criterios tenidos en cuenta a la hora de fijar el límite máximo de estas tarjetas y añadió que "nunca" los revisó ni renovó. Según dijo, no tomó ninguna decisión sobre el régimen de estos plásticos ni cuando entró en Caja Madrid ni cuando pasó a Bankia porque "no fue objeto de ninguna preocupación" por la dirección de medios, la dirección tributaria, la secretaria general, la dirección financiera ni ningún miembro del Consejo.

"Eran tarjetas personales que a lo largo de diez o quince años existieron pero habrán existido varias decenas, eran tarjetas conocidas, emitidas y suscritas por la entidad con la firma visa, una firma internacional en contratos tipo", dijo, para incidir en que nunca apareció como un tema "problemático" en las reuniones mantenidas sobre la fusión o salida a Bolsa de la entidad y admitir que "esta peculiaridad de Caja Madrid no existía en otras cajas".