bilbao - La crisis y las reformas han hecho saltar por los aires las relaciones entre los agentes sociales vascos. Así lo entiende el Gobierno de Iñigo Urkullu, que ha elaborado un documento junto a un grupo de expertos en el que aborda esta “transición” hacia un nuevo modelo de relaciones laborales. Lakua defiende una “reflexión profunda” que permita adaptar los convenios a las necesidades de las empresas, y recuerda la “responsabilidad indeclinable” de los sindicatos “que va más allá de sus afiliados”. El Gobierno critica que la estrategia de algunas centrales, en referencia sobre todo a ELA, se limite a neutralizar la reforma laboral sin “enriquecer” los convenios para favorecer la supervivencia de las empresas.
El planteamiento del Departamento de Empleo ha sido rechazado por ELA y LAB, que consideran que el Gobierno asume la reforma laboral y las posiciones de la patronal. Los dos sindicatos abertzales han recibido el documento, así como CCOO, UGT y Confebask, de cara a articular una mesa de diálogo social. ELA y LAB, que se quedarán fuera de esa mesa, son interpelados por el Gobierno precisamente por su posición alejada del consenso. El informe hace mención a la ausencia de ELA en los principales órganos institucionales, así como al bloqueo de la negociación colectiva sectorial en la que esta central también juega un papel crucial.
El Gobierno defiende que el cambio pasa por mantener los acuerdos de sector, aunque abriendo cauces que permitan a las empresas acoplarlos a su situación económica. En el entramado de convenios sectoriales se ha producido “un estancamiento de los contenidos en relación a las necesidades de las empresas”, dice Empleo, que pide una negociación “más rica, más flexible y que no cercene las necesidades de adaptación de las empresas”. En otras palabras, se apuesta por un modelo de convenio en el que entren en juego otras variables más allá del salario y la jornada.
Empleo es crítico con “la resistencia de algunos agentes de consolidar una red propia de convenios provinciales”, en referencia sobre todo a ELA. La falta de actualización de estos convenios, se indica, está dejando a muchas empresas fuera de la negociación colectiva y trasladando el conflicto a otras. Esta situación se traduce en acuerdos que “se centran en cláusulas de mera neutralización de la reforma, sin un enriquecimiento de los contenidos del convenio y sin mecanismos que garanticen la continuidad de la empresa”. Empleo recuerda que para preservar el marco de convenios vascos hace falta un acuerdo interprofesional. Y ahí las dificultades son evidentes, y no solo por la posición de ELA. El Gobierno reconoce “un cierto cuestionamiento” por parte de algunas patronales hacia los convenios provinciales por un tema de costes.
El documento recuerda que el mantenimiento de los convenios sectoriales no es un obstáculo para que algunas empresas firmen acuerdos propios. El nivel sectorial actuaría como “el garante” de unas mínimas condiciones que cierren la brecha entre quienes están amparados por la negociación colectiva y los que no.
recursos públicos Empleo incluye reflexiones generales sobre el papel de los sindicatos. Indica que tienen un “poder de negociación y regulatorio” que “desborda el círculo de sus afiliados y se extiende al conjunto de los trabajadores”, motivo por el que reciben recursos públicos. Este “poder” se traduce en “una responsabilidad indeclinable en la construcción de un determinado tipo de sociedad”. Se recuerda que el papel de los sindicatos repercute “de modo decisivo” en el funcionamiento adecuado de las empresas, así como en el nivel de empleo y cohesión social.
Se lanza así un recordatorio a los sindicatos , a los que se recuerda que están recibiendo dinero público por representar a todos los trabajadores. De lo anterior se deduce una posición crítica hacia la estrategia proclive a la conflictividad de ELA, y por su negativa a suscribir acuerdos que faciliten la supervivencia de las empresas.
Esta central ha lamentado que el Gobierno “identifique a ELA como el único problema” y censura que el planteamiento busca un sindicalismo “vertical” por vincular la financiación “a hacer lo que el Gobierno te dice”.
Reflexión. El documento del Gobierno Vasco y de los expertos reconoce que el actual modelo de relaciones laborales no está funcionando. Por ello plantea una reflexión “profunda” en torno a la negociación colectiva que favorezca el consenso dirigido a facilitar la supervivencia de las empresas.
Marco vasco. El Gobierno indica que la posición de algunos sindicatos y su negativa a renovar convenios está “estancando” los contenidos en relación con la flexibilidad que requieren las empresas. Empleo apuesta por un acuerdo para mantener los convenios sectoriales, pero enriqueciéndolos con los intereses tanto de empresarios como de los trabajadores.
Responsabilidad. Se indica que los sindicatos representan a todos los trabajadores y no solo a sus afiliados, motivo por el que reciben fondos públicos. Lakua recuerda la responsabilidad con el empleo y el bienestar común.
Diálogo social. Se apuesta por un foro tripartito de diálogo social estable, aunque ELA y LAB no estarán. Por ahora no hay fecha para la primera reunión.