mercedes-Benz introduce en el mercado la nueva entrega del Vito. El vehículo comercial ligero de talla media camufla bajo una discreta evolución formal su intensa y decisiva renovación de contenidos. Gracias a ella se supera a sí mismo para consolidarse como principal referencia de la categoría. Coherente con el diseño anterior, el nuevo Vito pierde peso y estiliza su figura, pese a lo cual gana capacidad de carga (brinda hasta 6,9 metros cúbicos). Su reparto contempla tres variedades formales -ofrece carrocerías furgón, mixta y acristalada para pasajeros-, disponibles en tres longitudes, tres modalidades de tracción (delantera, trasera e integral), cuatro de peso (2.5, 2.8, 3,05 y 3.2 toneladas) y cinco eficientes motorizaciones gasóleo (de 88 a 190 CV). Tan extenso y variado catálogo propicia hallar la definición idónea para cada cometido. Ordena su tarifa desde 19.929 hasta 37.651 euros, antes de impuestos.
El Vito es la versión laboral o de calle de un proyecto cuya cara más lujosa y solemne es el Clase V; ambos se ensamblan en la planta que la marca alemana posee en Gasteiz. La edición que ahora llega a los distribuidores de la estrella es apreciablemente más esbelta -disfruta de un bajo coeficiente aerodinámico- y añade a su eslora unos centímetros (14, concretamente).
El Vito comparte con su hermano un frontal más prominente, pero con aristas redondeadas para atenuar posibles lesiones a peatones en caso de atropello. Estrena configuración de cabina, que presenta un puesto de control estudiado para conciliar ergonomía y confort.
El repertorio completo del vehículo incluye tres estilos de carrocería: un furgón cerrado destinado al transporte de mercancía, una variante con envase mixto (chapa-ventanillas) que permite compaginar pasaje y carga, así como una modalidad completamente acristalada pensada para pasajeros. Cada una de ellas puede solicitarse en tres largos: 4,89, 5,14 y 5,37 metros; las dos primeras opciones tienen idéntica separación entre ejes (3,2 metros), batalla que mejora la versión extra-larga (3,43 m.). El techo alcanza en todos los casos 1,91 metros, altura que fomenta la habitabilidad pero permite acceder prácticamente a cualquier local, estacionamiento, túnel de lavado, etc. Las primeras unidades en llegar a los concesionarios son de tamaño medio; los otros dos formatos se incorporarán al mercado en enero.
El Vito brinda una superficie de carga máxima de 3,97 m2 en la versión corta; la intermedia ofrece 4,38 y 4,76 la versión más dilatada. El volumen llega a 6,9 metros cúbicos y la carga útil alcanza 1.369 kilogramos. En el mejor de los casos, el modelo es capaz de alojar en su seno hasta tres ‘europalets’, que se embarcan por la popa o bien a través de la puerta corredera derecha; existe la posibilidad de solicitar un segundo acceso deslizante para el flanco izquierdo.
El candidato de Mercedes-Benz sale a la calle provisto de unas dotaciones básicas bastante completas. Proporciona hasta ocho airbag, sistema de monitorización de la presión de los neumáticos, un innovador asistente contra el viento cruzado, dispositivo de prevención de colisiones, sistema de advertencia de tráfico en los ángulos muertos, ayuda al arranque en cuesta, alerta de cambio involuntario de carril, etc. Es el primer modelo de la categoría que puede reemplazar sus faros halógenos por proyectores LED inteligentes. El menú opcional incluye complementos que no ofrecen algunas berlinas de gama media: sistemas de detección de fatiga en el conductor, de localización y maniobra de aparcamiento, cámara de visión trasera, climatización inteligente, sistemas multimedia, etc.
Mercedes-Benz ha puesto especial énfasis en la contención del gasto. Por ello, la nueva generación del Vito reduce sus costes de utilización (aplaza los mantenimientos hasta los 40.000 km) y atenúa los consumos recurriendo a motorizaciones más pequeñas, entre las que se incluyen unidades a gasóleo suministradas por Renault.