Bilbao - Junto con el resto de profesores del Centro de Investigación alemán en Inteligencia Artificial (DFKI), Wolfgan Washler está impulsando procesos de innovación en la industria de la primera locomotora europea. Son, con otras agencias, la conexión de la nueva revolución industrial lanzada en Alemania tras un discurso en el que Angela Merkel bautizó el proceso como la Industrie 4.0. Barack Obama ha cogido el guante al otro lado del océano e incluso ha mantenido el término en alemán, industrie, en lugar de industry como guiño al papel que está jugando el país germano. Euskadi se sube al tren.
-¿Conoce la economía vasca?
Sí conozco un poco, pero no de primera mano. He hablado con personas de aquí y con empresas alemanas que tienen negocio aquí y sé que la economía vasca estuvo en el pasado muy dominada por la industria y por la máquina herramienta, y que siguen teniendo mucho impacto. Está a la cabeza de España en la manufactura en cuestiones como el sector aeroespacial, la automoción, los sistemas ferroviarios o la fabricación por control numérico. Es un buen punto de inicio para trabajar, hay que dejar de pensar sólo en la crisis.
-Pero sus efectos siguen ahí, el nivel de paro es muy alto.
La crisis toca a su fin y es momento de relanzar la industria con un modelo más tecnológico, y eso lo tiene muy interiorizado el Gobierno Vasco. Es extremadamente importante impulsar la economía a través de la manufactura y las nuevas tecnologías, porque el primer objetivo debe ser crear empleo, pero luego exportar. Mucha gente habla de las economías orientadas a los servicios, por supuesto que es posible, pero no pueden estar completamente orientadas a los servicios. Sería un gran error, no funcionarían. En Gran Bretaña, por ejemplo, con Margaret Tatcher destruyeron las compañías. Incluso las petroleras británicas se mantuvieron sólo como un mini cupo en la economía. Eso no es bueno porque quedaron casi sólo los bancos. Y ha sido un desastre para zonas como Escocia porque los bancos se movieron también del Reino Unido con la crisis financiera. Lo interesante es tener un buen mix sectorial. Es interesante producir, si no produces nada no puedes sostener la economía durante mucho tiempo. Es clave impulsar la idea de producción tecnológica de bienes.
-¿Y está preparada Euskadi para afrontar el reto?
Creo que es posible que lo afronte porque en muchos de los sectores industriales vascos ya hay camino hecho, tienen productos de alto valor añadido y están innovando. Hay una gran oportunidad si se introducen en los procesos productivos mecanismos que permitan a las empresas adaptarse a los mercados y producir cosas nuevas. Cuando eres el primero en moverse eres más fuerte. En el sector de automoción puedes sacar un coche único, pero un año después ya hay un competidor que ha sacado exactamente el mismo coche. En el sector aeroespacial es más difícil que pase eso si haces componentes de alto contenido tecnológico. Es necesario moverse constantemente.
-Pero no todas las empresas pueden hacer piezas de aviones.
De acuerdo, pero la dinámica es común a otros sectores. El Iphone fue innovador, al alcance de muy pocos, y ahora todo el mundo tiene smartphone y quiere tener el mejor. Incluso cuando la gente de China tenga dinero querrá tener productos diferenciados. Es importante dar el paso y será posible en el País Vasco si sigue trabajando como hasta ahora.
-Hay quien ve con recelos esa cuarta revolución industrial.
Puede haber problemas con los sindicatos porque creen que se pueden perder empleos con la robotización de las fábricas, pero no es el caso. Nosotros ya les hemos explicado a los sindicatos alemanes que son necesarios más empleos especializados en fabricación de componentes. Por ejemplo, Bosch tiene en Alema nia ahora más empleos que antes de la automatización. Y si no haces nada, la compañía no durará mucho. Hay que dar el siguiente paso y avanzar hacia la nueva industria, porque las fábricas inteligentes no son fábricas sin personas. Las personas tienen muchas cualidades y sólo los humanos pueden hacer el acabado de algunas piezas. Desde luego la producción robotizada será mejor para algunas piezas, pero el hombre tendrá que hacer el ajuste final en muchas.
-El menor empleo en la industria se compensará con empleo en sectores y la mano de obra industrial será mucho más especializada.
Habrá trabajo en áreas de desarrollo tecnológico. No va a tener mucho sentido que un humano trabaje cortando una pequeña pieza de chapa. Será necesario aprender a hacer nuevas cosas, a manejar sistemas informáticos o controlar desde un puesto remoto, incluso desde casa, la producción. Ese requiere de un gran esfuerzo de formación. En Alemania, se está avanzando en esto incluso desde secundaria, hay escuelas especiales. También las hay en otros países y es posible hacerlo aquí en el País Vasco. En Estados Unidos están viendo el problema, desafortunadamente hay gente en las fábricas que no están preparadas. Tienen una mínima educación general y no están especializados en un trabajo concreto. En Alemania hay una enseñanza de tres años en educación politécnica y los trabajadores saben que necesitan esa formación. Así que la Educación es muy importante, no solo en el ámbito de la tecnología, también en lo referente al trabajo más manual.
-Parece inevitable que la Industria 4.0 rompa barreras.
Sí, eso es absolutamente cierto. En la industria tenemos que derribar especialmente barreras en el ámbito de la administración. Un gerente, un ingeniero eléctrico o un informático deben confluir para impulsar su industria. Además, la cooperación en Internet hará necesario hablar el mismo idioma que aquel con el que te comunicas al otro lado del mundo. Soy optimista al respecto porque las nuevas generaciones, conocidos como nativos digitales, saben perfectamente cómo hacerlo. Ahora hay pioneros, pero en unos años estará muy generalizada la digitalización de las empresas. Cada revolución lleva su tiempo, hay países que están todavía en la primera revolución industrial. En Vietnam hay fábricas que utilizan vapor, no electricidad.
-Se ha marcado algún objetivo temporal para culminar el proceso.
En Alemania hablamos a veces de que más que una revolución será una evolución. Lo que es importante es implementar y trabajar ahora para crear el clima. Avanzar cada uno en función del área en el que opera, desde el sector más básico: una panadería que hace croissants puede tomar la decisión de apostar por un empaquetado personalizado para un cliente concreto y hacerlo muy bien. Lo importante es posicionarse y hay estudios que dicen que en Alemania dentro de 10 años todas las industrias habrán dado el paso y hoy hay un 10% del tejido productivo que es pionero, el resto se va sumando poco a poco.
-Euskadi se engancha al tren.
Sí. Lo que he visto y oído en estas jornadas a la gente del País Vasco es un muy buen inicio. El Gobierno Vasco es muy entusiasta. Es el primer congreso en Europa fuera de Alemania con el título Industry 4.0 y creo que el Gobierno ha dado un buen paso.