gasteiz - El paro se modera en la CAV aunque el número de personas que trabajan sigue sin crecer. La Encuesta de Población en Relación a la Actividad (PRA) que elabora el Eustat trimestralmente perfila un escenario de estabilización del mercado laboral vasco que presenta en el territorio alavés su peor cara. Araba es el único herrialde en el que el paro subió en el tercer trimestre, un 3,2%. 800 alaveses más se quedaron sin trabajo, de manera que la cifra total de parados alcanza los 25.500; escenario muy dispar del vizcaino y guipuzcoano, donde el desempleo bajó el 6,6% y el 2,3% respectivamente. Esto supone que Álava es el territorio de la CAV con la tasa de desempleo más alta, del 15,9%; tres décimas superior a la vizcaina y 3,6 puntos mayor que la guipuzcoana. También cae la población ocupada, 500 alaveses menos -la tasa de ocupación baja una décima-, y la población activa, 6.700 personas menos, dato este último que ayuda a maquillar en parte las estadísticas, con un levísimo incremento de la tasa de actividad (dos décimas).

Para buscar una perspectiva más optimista a los datos de la PRA para Araba hay que analizar al evolución interanual. Con respecto al tercer trimestre de 2013, el número de parados en el territorio ha descendido en 2.000 personas, aunque se repite la tónica de reducción de la población activa y de población ocupada.

en la cav En el tercer trimestre el mercado laboral vasco perdió 700 ocupados, una cifra moderada que permite mantener el balance de lo que va de 2014 en positivo. Además, sectores tractores como son la industria y la construcción empiezan a crear empleo. La caída de la población activa, que contrasta con el fuerte aumento de las personas en disposición de trabajar del mismo periodo de 2013, permite una reducción de 6.000 desempleados con una bajada de la tasa de medio punto, hasta el 14,5%.

La encuesta de Población en Relación a la Actividad (PRA) del Eustat refleja lo que ya vienen avanzando los distintos agentes económicos e institucionales. 2014 será un ejercicios todavía plano en términos de empleo, ya que el crecimiento económico previsto, de en torno al 1%, es aún muy débil como para que la ocupación se recupere. Será en 2015 cuando, según ha avanzado esta semana el Gobierno Vasco, las empresas vascas vuelvan a aumentar el ritmo de contratación dando un empujón al empleo.

Tras un mal primer trimestre, el mercado laboral de la CAV sumó 6.400 nuevos empleos entre abril y junio, gracias al tirón del turismo a las puertas del verano. El fin de la temporada turística en septiembre hace que el tercer cuarto del año presente una mala aportación por parte del sector servicios, que pierde más de 3.000 trabajadores, aunque industria y construcción salvan el trimestre.

Es un buen síntoma si se tiene en cuenta que ambos son sectores con capacidad para generar actividad en otras ramas. Sin duda sorprende el buen registro de la construcción, que crea 1.300 empleos, una proporción del 2,8%. Las firmas constructoras se han visto beneficiadas por estímulos públicos los últimos años y empiezan a notarse los efectos. Tras un mal 2013, el primer trimestre del año asistió a un incremento de la ocupación en el sector de 5.000 personas, y de nuevo hay un repunte en el tercero. En las previsiones de Lakua se proyecta una mejoría progresiva de la actividad en la construcción los próximos meses, con la vuelta a valores positivos en 2015 tras siete años en picado.

También la industria mejora sus cifras de empleo, aunque en este caso es el primer aumento del año. El avance es del 0,6%, que corrige una caída de la misma magnitud antes del verano, aunque el mal primer trimestre mantiene en rojo el balance de 2014.

De esta forma, Euskadi pierde 700 empleos en esta última PRA, lo que equivale a una décima del conjunto de trabajadores -según los registros de la Seguridad Social la CAV ha perdido entre julio y septiembre casi 5.000 cotizantes-. El dato es peor que el del mismo tramo de 2013, cuando las empresas pudieron incluso ganar nuevos empleados, aunque la caída es menos pronunciada que en 2012 y en 2011, cuando se perdieron 9.000 y 4.600 empleos, en cada caso. El final del verano es un momento delicado para el mercado laboral, ya que entre finales de agosto y septiembre acaban muchos contratos en la hostelería.

Esta caída moderada permite que entre enero y septiembre la economía vasca conserve un ligerísimo repunte de la ocupación de 900 puestos de trabajo. El último trimestre será decisivo en este sentido, aunque según lo avanzado por Lakua no se esperan grandes alegrías y la previsión es que el año concluya plano en términos de número de personas que trabajan.

A pesar de que el empleo mantiene el rumbo errático, el paro baja por segundo trimestre seguido tras año y medio creciendo, aunque lo que sería una buena noticia queda empañada por el hecho de que el frenazo no se produce porque las empresas contraten más. La caída de la población activa está detrás de la moderación del paro, y tratándose de una encuesta la explicación de este descenso es difícil de concretar. El verano es un foco de nuevas ofertas, de manera que parece natural que también sea en este periodo cuando la población se lance en mayor medida a buscar trabajo, desinflándose el globo llegado septiembre por ejemplo para reiniciar tareas formativas o académicas.

La tasa de paro baja medio punto hasta el 14,5%, según Eustat, con un total de 151.800 desempleados. La caída es de 6.000 afectados, el 3,8%, aunque se produce una subida importante entre los menores de 24 años, que rozan ya una tasa del 38%. Aunque el paro baja más entre las mujeres, son estas también las que concentran la pérdida de empleo, lo que refleja que la caída de la población activa afectó a este colectivo.

más empleo temporal La tendencia general de deterioro de los contratos se mantiene en el tercer trimestre, donde aunque el empleo baja de manera moderada sí caen con fuerza los trabajos fijos. Según la PRA se perdieron en tres meses más de 4.000 contratos indefinidos, mientras que el grupo de temporales y operarios sin contrato -no se distingue entre ambos colectivos- aumentó por encima de los 7.500. Es una dinámica llamativa y a la vez preocupante puesto que los sectores que crean empleo en este trimestre son los habitualmente más ligados a contrataciones estables, una señal de que la precariedad comienza a impregnar el conjunto de las ramas de actividad.

Por otra parte, se destruyen empleos que entran dentro del abanico de los no asalariados, que son básicamente autónomos, en este caso rompiendo la tónica que predominaba en las últimas encuestas. En concreto, se pierden 4.200 puestos no asalariados después de dos trimestres de incrementos. - A.Legasa/DNA