vitoria - La factura de la crisis enfriará el próximo año los Presupuestos del Gobierno Vasco y las diputaciones. El Consejo Vasco de Finanzas fijó ayer las previsiones de ingresos y los coeficientes de las aportaciones de que cada Hacienda foral a las arcas comunes de Lakua. La recaudación fiscal subirá un 5,5% en 2015, en torno a 678 millones más que este año, un dinero extra que técnicamente permitirá dar más contenido a las Cuentas Públicas. Sin embargo, en el caso del Gobierno Vasco el incremento de la amortización de deuda y el cumplimiento del objetivo de déficit absorberán casi en su totalidad el repunte de los ingresos.

El Gabinete de Urkullu tendrá que afrontar el próximo año el pago de 1.037 de deuda contraída en ejercicios anteriores. Son 246 millones más que este año. Además, el compromiso de reducir el déficit del 1% actual al 0,7% del PIB supondrá un esfuerzo de en torno a 210 millones -unos 70 millones por cada décima-. La suma de ambas cantidades supone en principio un apunte negativo de 456 millones, cuando Lakua ingresará 474 millones más por el repunte de la recaudación (el 70% del total).

Déficit y deuda Todo ello en el plano teórico, porque el Gobierno tendrá que endeudarse para pagar amortizaciones y, como ocurrió el año pasado, es posible que Euskadi cierre el ejercicio actual por debajo del objetivo de déficit y el escalón de la reducción sea por tanto menor. Con todo, el efecto negativo del proceso de saneamiento fiscal es un claro síntoma de la contundencia de la crisis y del complejo escenario en el que se diseñan las administraciones su política de gasto.

El propio consejero de Hacienda y Finanzas, Ricardo Gatzagaetxebarria, reconoció que los Presupuestos del año que viene “no tendrán” un aire “expansivo”, porque las exigencias del proceso de consolidación fiscal “compensará” la mejora en el lado de los ingresos. La senda de estabilidad seguirá condicionando el gasto del Ejecutivo, pero cada vez con menor intensidad. Será una mejora “progresiva” y mientras tanto el Ejecutivo aprovechará los recursos que lleguen para atender las necesidades de los ciudadanos.

El Consejo de Finanzas aprobó todos los puntos del día por “unanimidad”, volviendo a demostrar la capacidad de pacto de las administraciones vascas. Para llegar ese consenso hubo que apartar las cuestiones en las que las diferencias son a día de hoy insalvables. Y se llegó en este sentido a un pacto para no entrar en esas cuestiones en la rueda de prensa posterior. El principal punto de discordia es la Ley de Aportaciones, el reparto del dinero que recibe el Gobierno Vasco de las diputaciones para atender los servicios comunes, Sanidad, Educación o Ertzaintza, entre otros.

Hace doce meses se llegó a un compromiso para reformar la Ley de Aportaciones este año, pero no ha sido posible. El diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, insistió -ya lo comentó en el Pleno de Política general de hace dos semanas- en que “no se han dado las condiciones para alcanzar un acuerdo”. Y añadió que la cercanía de las elecciones forales del próximo mes de mayo es un obstáculo insalvable para la negociación. “Todo lo que había que acordar lo hemos acordado y por unanimidad”, destacó en cualquier caso José Luis Bilbao.

Ese espíritu de acuerdo fue posible, según el diputado general de Araba, Javier de Andrés, porque se dejaron a un lado cuestiones objetivas que en anteriores ocasiones han distorsionado el resultado de la reunión. “Es el Consejo de Finanzas menos político en el que he participado. Se ha aplicado la ley con escuadra y cartabón, sin flexibilidad”, aseguró.

El trabajo previo de los técnicos había desbrozado ya el terreno y permitió que se pudieran alcanzar “acuerdos fundamentales”, destacó Martin Garitano. Como sus homólogos, el diputado general de Gipuzkoa expresó su deseo de cambiar la Ley de Aportaciones para que “nadie se sienta perjudicado a la hora de aportar al bien común”.

A pesar de que la Diputación alavesa anticipaba tormenta por el nuevo recálculo del PIB incluyendo actividades ilegales, como las drogas, la prostitución y el contrabando, y la inversión en I+D, también hubo acuerdo en esa cuestión. La revisión del PIB suponía sobre el papel que disminuía la aportación de Bizkaia a las arcas del Gobierno y aumentaban las de Araba y Gipuzkoa.

Sin embargo, se decidió mantener el sistema de cálculo anterior para el periodo 2009-2011 y solo aplicar el nuevo mecanismo del PIB para 2012. De este modo, el incremento de la aportación de Araba no llega a los 4 millones, mientras que el de Gipuzkoa se mantiene prácticamente invariable (baja un 0,03%). En el caso de Bizkaia, baja su coeficiente casi medio punto, hasta el 50,54%. Las aportaciones a Lakua alcanzarán los 8.737 millones un 5,5% más en línea con el crecimiento de la recaudación.

El fondo general de ajuste alcanzará en 2015 los 118,3 millones, de los que Gipuzkoa recibirá 70.9 millones de euros y Araba 47,4 millones.