madrid - El fiscal general del Estado, Eduardo Torres Dulce, apuntó ayer al posible uso de tarjetas opacas en otras antiguas cajas de ahorros. También la secretaria de Estado de Presupuestos y Gasto, Marta Fernández Currás, señaló que si el FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) descubriera alguna irregularidad se procedería del mismo modo que con Caja Madrid.
Las evidencias apuntan al gasto de más de 15,5 millones de euros sin justificación a través de las denominadas tarjetas opacas en Caja Madrid. Son las tarjetas de crédito que la caja dejaba a sus dirigentes y que estos usaban sin justificar después los gastos, algo que no es legal. Por ello, ayer el fiscal general del Estado pidió “dejar trabajar” a Anticorrupción para investigar lo ocurrido al tiempo que no descartaba que la investigación se pueda ampliar a otras cajas de ahorros. Aunque de momento ha tenido conocimiento de prácticas similares en otras empresas, Torres Dulce comentó a los medios que la Fiscalía “siempre” que tiene noticia de un hecho delictivo, procede “en consecuencia”.
Sobre el mismo tema y preguntada por si ese uso podría haberse extendido, la secretaria de Estado aseguró también desconocer ese aspecto, pero afirmó que, de existir prácticas irregulares, constarían en los “más de 30.000 folios” que recogen el desarrollo de la comisión parlamentaria de investigación de las cajas, en la que están “bien delimitadas” las prácticas irregulares.
Más devoluciones y ceses Mientras, el escándalo sigue cobrándose cabezas. Ayer, entre otros, la empresa de comunicación Burson-Marsteller destituyó al periodista vasco Juan Astorqui, miembro de su consejo de administración, tras conocerse su implicación. Según los documentos que obran en poder de la Fiscalía Anticorrupción, gastó un total de 293.000 euros.
Además la dirección nacional del Partido Popular pidió la dimisión del gerente del PP de Madrid, Beltrán Gutiérrez Moliner, quién realizó un gasto de 58.000 euros con esa tarjeta. Gutiérrez Moliner cesó el pasado jueves como asesor del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Madrid, destituido por la alcaldesa, Ana Botella.
Por el contrario, la Federación de Servicios de UGT, aseguró ayer que su representante en Caja Madrid, Rafael Torres, usó únicamente con fines sindicales la tarjeta opaca que la entidad le concedió y por tanto no va a tomar ninguna medida contra él. Rafael Torres gastó 82.300 euros en cinco años.
En cuanto al capitulo de devoluciones, ayer fue el turno de la patronal madrileña. El presidente de la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM), Arturo Fernández, y los directivos Miguel Corsini y Javier López Madrid han devuelto 118.500 euros que habían gastado.
Por ahora, solo diez de los 83 exconsejeros y exdirectivos de Caja Madrid que utilizaron tarjetas para gastos privados entre 2003 y 2012 han devuelto o han anunciado su intención de devolver todo o parte de ese dinero, según se extrae de las declaraciones públicas de estos y según consta en la documentación entregada al juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, que investiga el caso Bankia. Son cerca de 300.000 euros los que ya han sido devueltos, cantidad que ni de lejos se acerca a los cerca de 15,5 millones de gasto acumulados por los exdirigentes de la caja madrileña.