Bilbao - Sin sorpresas posibles, las cajas de ahorros vizcaína y alavesa, BBK y Vital, escribirán hoy una nueva página en su centenaria historia. No será la última, será relevante, pero las cajas, con otra nomenclatura y otra figura jurídica, continuarán. Su principal razón de ser actualmente, la organización de la obra social, se mantendrá inamovible. Las asambleas de ambas cajas de ahorros se reúnen esta tarde para aprobar, entre otras cuestiones, su transformación en fundaciones bancarias. Así lo exige la ley. Se inicia así una cuenta atrás para oficializar esa conversión, que no será tal hasta que las fundaciones no estén inscritas en el registro de fundaciones del Gobierno vasco. El reloj se pondrá en marcha con el sí de dos tercios de cada asamblea, pero después se darán más pasos.
El pacto político de PNV, PSE y PP y la suma de quienes les son afines -no los representan directamente- en ambas asambleas posibilitan ese cambio. En Kutxa la situación es más compleja y como por ahora el sí a la transformación no está asegurado, el proceso se retrasa a después del verano. Los plazos oprimirán la conversión de la caja guipuzcoana, puesto que antes del 28 de diciembre de 2014 el proceso debe estar en marcha y a poder ser, concluido. En BBK y Vital eso está garantizado. Han hecho los deberes con antelación.
La transformación de las cajas tiene varias fases. Tras el sí de las asambleas pasarán semanas hasta que oficialmente se dé el inicio de la nueva era. Poco cambiará en el día a día de las fundaciones. Hasta el registro de las fundaciones no habrá novedades. La Caixa fue la primera caja en dar el paso de la conversión, que no fue ratificada hasta un mes después de la celebración de la asamblea. En el caso de las cajas vascas ese trámite, verano de por medio, podría retrasarse.
En otoño BBK y Vital ya serán fundaciones bancarias. Entonces se reunirán por primera vez sus respectivos patronatos. Es uno de los cambios más notorios. Las cajas tienen dos órganos de gobierno: las asambleas de ochenta miembros y los consejos de administración, de 15. En las fundaciones será uno solo, el patronato, compuesto por 15 personas. Los estatutos de cada fundación, que también serán votados y aprobados hoy, establecen cómo se designa a los patronos.
Para el primer mandato de ambas fundaciones ya están sobre el tapete los nombres de los quince primeros patronos de cada caja. El acuerdo político entre tres de las cuatro fuerzas políticas del país lo ha posibilitado. La designación de los patronos también se votará en las asambleas, excepto los representantes de las entidades fundadoras -ayuntamientos de Bilbao y Gasteiz y diputaciones de Bizkaia y Araba-, que los designarán directamente.
De hecho, las asambleas de las cajas aprobarán la constitución de las diputaciones y ayuntamientos como patronos natos. Una vez aprobados, las instituciones tendrán que realizar un escrito con sus propuestas de miembros del patronato, lo que se ratificará más tarde.
En cualquier caso los nombres de los quince patronos de cada caja ya se conocen. Se estima que, aunque será el patronato reunido el que designe a su presidente en cada caso, los actuales máximos responsables de BBK y Vital repetirán. Es decir, Xabier Sagredo será en otoño el presidente de la fundación bancaria BBK y Fernando Aránguiz lo será en la fundación bancaria Vital.
Pasos a dar Con la transformación de las cajas el reloj seguirá corriendo y habrá nuevas tareas. En un plazo de tres meses, desde la conversión, las ya fundaciones bancarias deberán acometer dos quehaceres inexpugnables. Dos meses después de fundarse, cada caja tendrá que presentar al Banco de España su Plan de Gestión. Y antes de que transcurra un mes más, en tres meses desde la transformación, el Plan Financiero. Las cajas vascas calculan que esos pasos se darán ya con los resultados del test de estrés de Kutxabank, el banco del que poseen acciones -57% BBK y 11% Vital-, en la mano. Se prevé que esas pruebas de estrés a la banca retraten la buena forma en la que se encuentran los balances del banco. Se espera una buena nota.
gipuzkoa En Kutxa la oposición de la izquierda abertzale al proceso de transformación y el celo con el que CCOO esconde el sentido de su voto provocan el retraso que impide que las tres cajas caminen de la mano.